Esta mañana al levantarme la casa desprendía un terrible olor a humo. Tras cuatro días lloviendo ceniza tenía la esperanza de que hoy acabara tan macabra lluvia, y estas esperanzas se van desvaneciendo poco a poco.

Hoy ni tan siquiera ha salido el sol, sigue lloviendo ceniza, el olor es aterrador y no menos aterrador resulta el aspecto de la ciudad. Los coches tienen que circular con las luces puestas, apenas se pueden distinguir los aviones en el cielo, no hay aves volando...

Ayer la orilla de la playa acumulaba ceniza, los coches están tiznados de gris, las aceras tienen un manto entre gris y negro. La ceniza está en suspensión, llega a manchar ropa, pelo....no tengo ganas de nada.

Vivo a más de 70 kilómetros del incendio declarado en Cortes de Pallás en la provincia de Valencia y la tristeza se apodera de las calles poco a poco una manera incesable.... es una sensación terrible, desoladora, estamos acabando con nuestro futuro, con nuestro bienestar.

No quiero ni pensar cuál será el resultado final, pasaremos de tener un auténtico pulmón verde a un paisaje yermo, desolado, triste. Y siempre me quedará la idea de que se podría haber hecho más, y no hablo de las labores de extinción, que solo sirven para paliar un mal ya hecho....creo que no conocemos - o no queremos - el alcance de nuestros actos....

Matando la naturaleza nos morimos cada día un poquito más....hoy es uno de los días más tristes de mi vida.






Un gran abrazo para todos los afectados por este terrible incendio.