Precisamente has ido a dar con uno de los ejemplos donde la diferencia de precios (nunca tan exagerada como en el Hi-End, por añadidura) está más que justificada.
Si bien es cierto que la función a desempeñar (lavar la ropa, enfriar, extraer humos, lavar la vajilla) la llevan a cabo igualmente, la diferencia en términos de fiabilidad y duración es abismal. Y te puedo asegurar que lo he sufrido en mis carnes: lavadora que al año y medio echa el suavizante cuando le da la gana, lavavajillas que se me ha averiado dos veces, etc. Otros electrodomésticos que tengo, de mayor calidad, van como la seda desde el primer día.
En el caso de los acabados en acero inoxidable, la diferencia en precio se justifica sola. En cuanto a si van a realizar mejor su función, pues también; ya que en este caso su función es aportar una mejora estética.
Un saludo.