totalmente de acuerdoYo me estaba refiriendo a estética, a aspecto, a lo que entra por los ojos.
Pero, ¿de verdad que nunca compraste nada por que te gustaba la apariencia que tenía?... en lugar de otro que, con la misma función y que haría el mismo servicio, pudiste comprar en su lugar... ni un sofá, ni una mesa, ni una silla, ni un reloj de cocina o de muñeca. Y extrapolando, un cartel, un poster o un cuadro.
Es a eso a lo que me refiero. Y por eso por lo que no me creo cuando alguien dice eso de "a mi no me influye nada de nada la publicidad".
mis reparos comienzan justo en el momento en que alguien convierte su gusto estético -inapelablemente legítimo en cuanto para él satisfactorio- en criterio de verdad, o aun peor, en hecho científico
esto lo hace uno cuando se enamora, de modo que convierte a la propia en Dulcinea provista de todos los valores femeninos inimaginables; luego se empeña hasta las cejas, y diez años después, aunque maldice en privado, sigue manteniendo en público la bondad de su elección, todo sea por las apariencias
y Dulcinea a lo suyo: una burda aldeana
propicios