Review Accustic Arts Power I + Spendor S6e "mejoradas"

Con esta nueva review, me inicio en el análisis de un equipo en su conjunto. Gracias a la gentileza y profesionalidad de Javier de Bel Audio, que ha puesto los diferentes componentes a mi disposición, hemos podido efectuar una buena sesión con algunos de mis cd de referencia. Para ello, hemos acondicionado expresamente una sala de 24 m2 logrando finalmente unas condiciones acústicas más que aceptables.
No voy a extenderme en las características técnicas de los productos, ya que pueden averiguarse con mayor detalle por internet. Solo comentaré que el amplificador alemán es una máquina grande y contundente cuyo aspecto ya anticipa su enorme poder y calidad. Las columnas son de dimensiones contenidas y acabados muy buenos sin detalles de diseño superfluos. He de aclarar que la pareja de cajas evaluada está “tuneada” por Cloud Audio - Bel Audio, que ha mejorado filtros, cableado y bornes para afinarla y optimizarla en general. El coste global (PVP) del equipo, con cables y el lector de cd Accustics Arts incluido, está ligeramente por encima de los 10.000 euros.

Para desentumecer los músculos del poderoso Accustic Arts, hemos empezado con una tranquila canción de Bruce Springsteen en “Devils”. Ya de entrada, notamos la impecable presencia de la voz del Boss correctamente modulada: la zona media de los Spendor llena la sala con naturalidad destacando al cantante del resto de la banda. Seguimos con la revelación portuguesa Luisa Sobral. En su álbum de debut perfectamente grabado, vamos a experimentar la primera sorpresa que nos depara el conjunto evaluado. Aparte de la magnífica transparencia que se obtiene en la casi infantil voz de la Sobral, aparecen de fondo una serie de percusiones y platillos muy sutiles y superpuestos. El tweeter de las Spendor los transfiere con absoluto detalle, hasta el punto que noto algunas pequeñas sutilezas que nunca había escuchado en otros equipos. Todo ello con el timbre exacto y sin el más mínimo exceso de brillo. Podemos testificar que la textura y el equilibrio en la zona alta que ofrecen las Spendor S6e “mejoradas” por Cloud Audio es de lo mejor que he experimentado nunca.
Por otro lado, aunque abrigamos pocas dudas al respecto, vamos a evaluar la dinámica, la escena sonora y la separación de instrumentos con el ambicioso álbum de la big band de Roy Hardgrove “Emergence”. Efectivamente y tal como esperábamos, el amplificador alemán ni se inmuta conforme se añaden trompetas y demás vientos y metales a toda máquina. No se nota ningún síntoma de saturación o confusión cuando la orquesta ataca al completo. Los distintos instrumentos se sitúan correctamente en el espacio formando un arco con varias filas de briosos músicos delante nuestro.

Vamos, por último, a forzar las posibilidades del conjunto con dos cd: “The Wall” de Pink Flyod y el más cañero y reciente “The Aristocrats” de la banda del mismo nombre. Con el primero, se me antoja una palabra para definir las sensaciones que me transmite: limpieza. Que conste que estamos hablando de una grabación de principios de los ochenta, pero aún así, la limpieza, nitidez y resolución son casi perfectas. Si además le añadimos fuerza y potencia a raudales, se puede imaginar el resultado. Los graves no pierden el control en ningún momento y solo puedo repetir otra vez la misma palabra: limpieza absoluta. Constatamos también que el amplicador Power I va muy sobrado y que probablemente el modelo inmediatamente inferior
hubiera sido suficiente para mover las Spendor con resultados igual de buenos. Pero, sigamos con los Aristocrats. He escuchado este cd con muchos equipos y altavoces distintos. Mientras el bajo eléctrico empuja sin piedad, el bombo de la batería ametralla a placer en un crescendo de graves bastante complicado. Nunca, ningún otro conjunto había sido capaz de hacerlo sin el menor síntoma de saturación, reverberación o la tan temida bola de graves. No obstante, en todo momento durante nuestra audición, se puede seguir la melodía de la línea de bajo limpia y completamente separada de la percusión. Recomiendo que el lector de esta review escuche el citado álbum para comprender el alcance de lo que digo. En todo caso, las Spendor mantienen la compostura con una elegancia impoluta. Pero todo en la vida tiene un precio o una contrapartida; en estas columnas inglesas, creo que el diseñador del sonido ha buscado ésta contención y control en detrimento de una mayor pegada y espectacularidad. La timidez de los bajos merma en cierta medida su libre expansión por la sala. Probé a desplazarme por la misma y, en ningún punto de escucha, los bajos se desmadran. Esto añade otra virtud a las Spendor: su enorme facilidad de ubicación en salas de cualquier geometría y tamaño. Una ocasional falta de ritmo del tipo “chumba, chumba” siempre la podemos subsanar acercando las columnas a la pared o añadiendo un subwoofer que solo emplearemos en muy determinadas situaciones.

En resumen podemos concluir que estamos ante un conjunto que roza la excelencia en casi todos los aspectos y que, sin duda, está muy por delante de equipos más mediáticos que superan la docena de miles de euros. La electrónica alemana es de lo mejor que he evaluado nunca, ofreciendo un poderío y definición brutales desde las primeras posiciones del dial de volumen y superando a muchas combinaciones de previo y etapa. A pesar de ese aparente derroche de potencia, hay que destacar la naturalidad y credibilidad en voces e instrumentos acústicos. Creo que los amplificadores de Accustics Arts van a dar grandes satisfacciones a los aficionados a partir de ahora. Por su parte, las Spendor tienen un equilibrio y finura difíciles de encontrar incluso en modelos supuestamente más audiófilos y ambiciosos. Es evidente que las mejoras introducidas por Cloud Audio son sustanciales. No es vano, son el resultado de una larga experiencia y un trabajo de artesanía pura por parte de la empresa de Valladolid. Pero lo verdaderamente destacable es la sinergia que Javier y Cloud Audio - Bel Audio han logrado crear con los distintos elementos y cajas adaptadas por ellos. Los conocimientos y entusiasmo que transmite éste profesional nos ayuda a valorar sin prejuicios y en su correcta dimensión muchos aspectos de nuestra afición a menudo distorsionados por la presión mediática. En definitiva, Javier nos demuestra que podemos alcanzar elevadas cotas de satisfacción audiófila sin la acumulación de aparatosos elementos de elevadísimo presupuesto.

Manel Segarra