En Reino Unido, al menos todos los políticos reconocen implícitamente que era una farsa, han dimitido por vergüenza , y los "vencedores" en particular por la cobardia y el no saber qué hacer en este momento; nadie se quiere comer este marrón ahora. Como he leído por ahí, "los vencedores estaban sorprendidos, no exultantes".
Buena la han liado -y lo saben- y ahora se dan cuenta. A ver cómo lo arreglan.