Al poco que leas verás que la configuración no es extrapolable a otra por las diferencias de pantalla/ambiente/luz. Ésto es así porque en un proyector lo que tú ves es una imagen reflejada a cambio de un televisor dónde la imagen es emitiva.
Pero no desesperes. Calibrar el proyector es bastante sencillo. Al menos para lo básico. Bájate los patrones de black y white clipping para ajustar brillo y contraste. Alguno de colores para hacerle un toquecito. Antes mira de pasarle el patrón de nitidez. Usualmente todos los patrones están juntos.
Ya con ésto lo tendrás al 90% de rendimiento. Para el 10% restante se necesita sonda, soft y conocimientos. O llamar a un profesional.
Aunque es reiterativo, es muy importante el acondicionamiento de la sala (o, al menos, la zona de pantalla) y la pantalla que uses.
Venga, anímate que no es complicado y resulta muy divertido.