Lo primero que hay que saber es que las aplicaciones que reproducen audio lo hacen siempre por defecto de forma analógica, independientemente de que la conexión de la tarjeta de sonido al ampli sea digital.
Es decir, que los juegos, la música, etc. Todo sale analógicamente, en el caso que tengamos una "conexión digital" para el audio (es decir, SPDIF, Toslink o HDMI) el audio llegará a nuestro ampli como PCM2.0
Ahora bien, para las películas muchos programas/filtros permiten sacar digitalmente algunos codecs por streaming (básicamente DTS y AC3 - o lo que es lo mismo, dolby digital). Para ello hay que configurar el programa/codec para que lo haga así. El más sencillo es el powerdvd, simplemente hay que decirle que utilice la salida SPDIF de nuestra tarjeta de audio (que luego puede estar empalmada a un HDMI).
Sólo estos audios llegarán en su formato digital original al ampli que se encargará de reproducirlo, el resto llegará ya reproducido en formato PCM2.0. Ahora bien, ¿no puedo jugar en 5.1 en mi comedor porque mi ampli siempre lo recibirá en 2.0? pues hay dos maneras de solucionar este problema, el primero es una cutrada y consiste en que el ampli (si puede) aplique algún efecto "chusquero" como dolby pro-logic o dts:neo al audio 2.0.
El segundo consiste en hacerse con una tarjeta de sonido que tenga dolby digital live y/o dts connect. Estas tecnologías lo que hacen es transformar en tiempo real "al vuelo" el audio analógico a dolby digital y dts respectivamente, respetando la direccionalidad de los canales, de manera que lo que le llega al ampli es un formato digital. Eso sí, tanto el dolby digital live (no confundir con sound blaster live, que no tiene nada que ver) como el dts connect se tienen que desconectar (vía drivers) cuando vayamos a reproducir un vídeo/audio que de origen tiene esos formatos, ya que la salida SPDIF o bien está ocupada por el programa (powerDVD) o por el driver (dolby digital live), pero no por los dos a la vez.