Por la gente de ultimo nivel una esplendida monografía de la saga.



Hay palabras que hablan por si solas. El nombre Final Fantasy evoca en muchos jugadores visiones de mundos imaginarios plagados de aventuras y sentimientos. Esta breve monografía, a la que seguirá una segunda parte, pretende recorrer de forma breve y amena los orígenes de una de las series capitales del rol japonés. No es todo lo extensa que debiera, pero para eso ya están muchas otras webs dedicadas en exclusiva a la franquicia de Hironobu Sakaguchi. Estos son los orígenes en dos dimensiones de la última fantasía, una serie que muchos dirán venida a menos. Pero eso ya es otra historia…

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Final Fantasy I

La primera entrega de la serie Final Fantasy vio la luz en Japón el 18 de Diciembre de 1987 para el sistema NES de Nintendo -la Famicom japonesa- pero hasta verano de 1990 no se comercializó en Estado Unidos, donde disfrutó de un éxito más moderado. Los europeos no hemos tenido ocasión de jugarlo en la mítica consola de Nintendo, pues nunca llegó a ver la luz en el viejo continente. Menos conocida, también existe una versión para MSX 2, muy similar a la de NES. Evidentemente, el éxito de la franquicia ha llevado a que Final Fantasy I haya sido relanzado a posteriori para Playstation, Wonderswam Color -solo en tierras niponas- y Game Boy Advance -junto a Final Fantasy II en el pack Dawn of Souls- y PSP. Existe incluso una versión para teléfonos móviles en Japón.
En principio Final Fantasy I iba a ser la última producción de Hironobu Sakaguchi, padre de la franquicia, y de la propia Squaresoft. Por aquel entonces la desarrolladora estaba al borde de la bancarrota tras sacar a la venta juegos de NES como Rad Racer o 3-D World Runner. Así pues, el nombre del juego no es en absoluto casual. Pero contra todo pronóstico, la fantasía de Sakaguchi no fue la última. Al contrario, la aventura -que nació como una imitadora menor de Dragon Quest- fue todo un éxito de ventas y consolidó a Square en el mundo de los videojuegos. Lo cierto es que el que se desarrollara en un cartucho de 1 MB resulta una prueba de que los medios con los que contaba para esta primera entrega eran bastante limitados, lo que incrementa el mérito de su éxito.
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Hironobu Sakaguchi
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Desarrollo y repercusión
Además de Sakaguchi, encontramos aquí a otros grandes nombres. Desde éste primer Final Fantasy hasta su sexta entrega, el apartado artístico -incluyendo el trabajo de diseño de monstruos y personajes- será obra del polifacético artista japonés Yoshitaka Amano. No es de extrañar que en Mistwalker Sakaguchi haya querido trabajar con otros grandes dibujantes como Akira Toriyama o Takehiko Inoué. La música, uno de los aspectos más cuidados de la serie, corrió a cargo del hoy famoso Nobuo Uematsu. Se trataba de la decimosexta BSO para un videojuego que Uematsu componía y temas como el famoso arpegio inicial o la fanfarria de la victoria han perdurado -más o menos reversionados- hasta las entregas actuales.

Final Fantasy I va a sentar muchas de las bases de la serie. Algunos de sus personajes más característicos como Bahamut ya hacen acto de presencia en la historia y desde ésta primera entrega la moneda oficial del mundo de Final Fantasy será el Gil. También aparece el guerrero Garland, nombre reutilizado en Final Fantasy IX. Y no es el único… Pero más allá de influenciar a las posteriores entregas de la serie, éste Final Fantasy I va a ser un modelo a imitar para toda una generación de RPGs japoneses. Su puesto numero 63 en la lista de los mejores juegos de la historia realizada por la revista japonesa Famitsu confirma su enorme popularidad en tierras niponas.
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Argumento
La tierra se muere y la única manera de evitar su destrucción radica en la esperanza de una profecía. Esta profecía nos habla de cuatro guerreros salvadores, portadores de unos orbes mágicos. Estos son los guerreros de la luz que aparecen en el Reino de Coneria y a lo largo del juego deberán enfrentarse a las Cuatro Fieras controladas por el malvado Chaos. Se trata de una historia clásica que se extiende durante unas 15 horas y en la que aparecen princesas, piratas y vampiros, aderezada con viajes temporales. Lo cierto es que la historia de éste Final Fantasy no era para tirar cohetes pero sus planteamientos eran bastante más originales -dentro de lo que cabe- que los de la saga Dragon Quest.
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Gráficos
Tanto éste Final Fantasy como sus dos secuelas contaron con un apartado gráfico modesto pero que cumplía a la perfección la labor de ambientar una aventura de rol en un universo fantástico. Mientras que el mundo y las mazmorras por las cuales se mueven los personajes están representadas a través de una vista cenital que solo nos muestra al líder de nuestro grupo, una vez establecemos contacto con los enemigos la pantalla cambia a una perspectiva lateral repleta de comandos donde podemos manejar a nuestro antojo a cada personaje. La exigua paleta de colores limita los fondos y la recreación de los protagonistas a unos cuantos sprites más o menos dignos para la época. Sobra decir que las mejoras gráficas de las que hacen gala los relanzamientos del juego y sus secuelas son más que notables.
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Sistema de juego
Centrándonos en el sistema de juego, la jugabilidad de éste Final Fantasy es muy similar a la de otros tantos RPGs clásicos: Los jugadores van explorando diferentes territorios, alternando niveles en ciudades donde avituallarse y recuperar energía con mazmorras en las que se enfrentan a numerosos monstruos que otorgan puntos de experiencia y dinero al ser derrotados. Cuantos más puntos de experiencia se acumulan más nivel se obtiene y más aumenta la capacidad de ataque, resistencia y la vitalidad del personaje. Resulta característico de la serie el sistema de oficios y el combate por turnos contra enemigos aleatorios. Aquí existen seis oficios diferentes que afectan a los diferentes parámetros y el combate se realiza mediante la selección de diversas opciones clásicas tales como atacar o usar un determinado tipo de magia.
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Las armas con las que podemos equipar a nuestros personajes son variadas y algunas de ellas -especialmente las espadas y las armaduras- otorgan al personaje ciertos poderes especiales. Por último, hacen acto de presencia numerosos objetos cuyo uso varía desde la recuperación de los puntos de salud y magia hasta complejos efectos de protección. El grupo de personajes lo componen invariablemente cuatro individuos a los que el jugador bautiza. Al inicio se puede escoger entre cuatro tipos de oficios diferentes que a lo largo del juego pueden subir de categoría -por ejemplo, de luchador a caballero- Así pues, podemos escoger entre un guerrero, un monje, un ladrón, y un mago rojo, negro o blanco. Cada uno de ellos tiene sus pros y sus contras por lo que hay que planear bien la estrategia desde un principio.
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Final Fantasy II

Tras el enorme éxito de Final Fantasy I era de suponer que se realizaría una secuela para la propia NES. Esta tenía que estar lista exactamente en el plazo de un año. Cumpliendo las previsiones, el 17 de Diciembre de 1988 sale a la venta en Japón Final Fantasy II. Nunca vio la luz fuera del país del sol naciente aunque ha sido relanzado tiempo después para Wonderswam Color, Playstation -Final Fantasy Origins-, PSP y Game Boy Advance en el ya citado Dawn of Souls. Existe igualmente una versión para teléfonos móviles solamente comercializada en Japón. Cabe decir que Square comenzó a desarrollar una versión del juego coordinada por Kaoru Moriyama para comercializarla en Estados Unidos. Esta entrega iba a titularse Final Fantasy II: Dark Shadow over Palakia, pero la proximidad de la nueva Supernintendo y ciertos problemas técnicos hicieron que el proyecto quedara en agua de borrajas.

Argumento
Otro argumento clásico: El Imperio de Barmekia asesina a las familias de cuatro jóvenes de la aldea de Phin. Firion, Gus, Maria y Leon deciden unirse a la resistencia de la Reina Hilda para ayudar en todo lo posible a que los malvados propósitos de su diabólico líder no se cumplan, vengando de paso a sus familiares muertos. A medida que la historia avanza descubriremos (cuidado, spoiler) que el verdadero enemigo a batir no es el Imperio sino una entidad malvada llamada Dark Cloud. ¿Os suena de algo el nombre? Otra referencia climatológica más que añadir a las de Cloud o Squall.
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Sistema de juego
Aunque repetía el esquema básico de su predecesor, las novedades jugables de Final Fantasy II fueron bastante significativas: En esta ocasión se utilizó un cartucho de 2 MB, el sistema de oficios era predefinido, se podían salvar cuatro partidas diferentes en y había un sistema para memorizar palabras clave de una conversación y poder utilizarlas posteriormente en otras situaciones. Además, por vez primera se podía entrar en las tiendas y aparecía el característico y detallado mapamundi. En cuanto al sistema de avances, el juego destaca por ser el único de la franquicia en el que no se utiliza el tradicional concepto de los puntos de experiencia, sustituido aquí por otro que tiene en cuenta las estadísticas de cada jugador y el uso que éste les va dando. Así, cuanto más usábamos nuestras habilidades mágicas, menores eran nuestras estadísticas físicas. Del mismo modo, más expertos nos volvíamos en el manejo de un arma al usarla constantemente.
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Aquí los personajes ya tienen nombres propios pero la novedad más relevante de ésta segunda entrega es que por primera vez hacen acto de presencia los famosos Chocobos, autentica marca de la casa Square. Estas inclasificables criaturas con aspecto de avestruz sirven de medio de transporte en el mundo de Final Fantasy. Desde entonces los Chocobos han aparecido en todos los juegos de la serie y hasta han protagonizado sus propias aventuras -Chocobo’s Mysterious Dungeon o Chocobo Racing- De éste modo, Square va construyendo poco a poco una fauna propia en la que destacan otras criaturas como los Tonberrys. Son elementos típicos que hacen que todos los juegos de la serie mantengan ciertos elementos de cohesión tales como la presencia de naves voladoras o la aparición de estas aves amarillas. Con todo, Final Fantasy II es uno de los juegos de la serie menos apreciados por sus seguidores.
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Final Fantasy III
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El tercer título de la serie salió a la venta en 1990. Aunque en un principio estaba siendo desarrollado para Super Nintendo, el retraso de la nueva consola y las tremendas ansias de los fans hicieron que finalmente apareciera para NES, iniciando así la célebre distribución por trilogías en cada nueva plataforma. Aquí se utilizó un cartucho de 4 MB, por lo que se pudo exprimir el software del sistema de Nintendo a tope. Final Fantasy III supuso la consagración de la serie como fenómeno de culto en Japón y debe entenderse como pieza clave de lo que es la franquicia hoy en día. Se trata, eso sí, del Final Fantasy menos conocido en occidente. De hecho, la reciente versión actualizada de Nintendo DS solo se entiende debido a la inmensa popularidad de la que goza el original en su país de origen.
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Argumento
Cuatro jóvenes de la aldea de Uru descubren en una cueva un misterioso cristal que les corona como guerreros de la luz y les encomienda restaurar el equilibrio roto entre la luz y las tinieblas. La historia se desarrolla en un mundo cubierto de agua que los protagonistas deben hacer retroceder para entrar en la malvada Torre de Cristal y enfrentarse al malo de turno, el hechicero Zande. Sorpresa, sorpresa, en este caso el villano está siendo controlado por la Gran Nube de Oscuridad. Otro elemento característico es pues que el aparente enemigo solo sea un mal menor manejado por fuerzas superiores. Por si las moscas, para la versión de Nintendo DS el argumento y los protagonistas cambiaron sustancialmente.
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Sistema de juego
La principal novedad de éste Final Fantasy III consiste en la posibilidad de cambiar de oficio para obtener nuevas habilidades. El sistema de juego es el mismo que en anteriores entregas pero se añaden más clases a los oficios y muchas más habilidades a cada personaje. Otra novedad destacable consiste en que los puntos de daño o curación aparecen ahora sobre la cabeza de los objetivos. También aparece aquí las invocaciones otro de los elementos característicos de la serie, animales y bestias mitológicos que el jugador puede convocar en su ayuda. En posteriores juegos su papel fue trascendental, como por ejemplo ocurrió en Final Fantasy IX. En este Final Fantasy III van a aparecer algunas invocaciones típicas de la serie tales como Ifrit, Shiva, Leviatán u Odín.
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No deja de ser anecdótico pero en Final Fantasy III aparece también una nueva raza de criaturas características de la serie, estrechamente relacionadas además con los ya mencionados Chocobos: Los Moogles. Estos son unos adorables animalillos con forma de peluche y siempre coronados por un característico pompón. Teniendo en cuenta la devoción de los japoneses por todo lo “kawaii” no es de extrañar que se hayan popularizado tanto como sus compañeros amarillos. Hace igualmente aparición el Chocobo gordo, un espécimen bastante más sobrealimentado que sus congéneres que parece haber ingerido demasiadas verduras.
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Podríamos extendernos hasta el infinito y más allá hablando de éste tema, pero cerramos aquí lo que atañe a la franquicia Final Fantasy en NES. Aunque para muchos jugadores -entre los que se incluye el que redacta éste texto- los mejores Final Fantasy llegarían con las entregas de Supernintendo, no hay que desmerecer para nada estos juegos en los que se encuentra el origen de muchos de los RPGs actuales. Dentro de unos días publicaremos la segunda entrega de la monografía en la que se analizan los Final Fantasy que van del IV al VI. Así pues, os emplazamos a un nuevo recorrido plagado de referencias y curiosidades por la incombustible creación de Squaresoft.
Después de sumergirnos en los primeros Final Fantasy de NES, toca avanzar en el tiempo. Pongámonos en situación antes de comenzar ésta reseña. Corre el año 1991. La guerra de los sistemas de entretenimiento se libra entonces entre Sega y Nintendo. Mega Drive acaba de salir a la venta en Europa y todavía quedan un par de años antes de que Supernintendo haga lo propio. En Japón, la compañía de Kyoto quiere ganarse a su público más incondicional dándoles lo que desean, una nueva entrega de la popular serie Final Fantasy que corone su recién inaugurada consola. Es en éste contexto en el que nace Final Fantasy IV.

Final Fantasy IV
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Aunque los planes iniciales de Square consistían en desarrollar simultáneamente dos Final Fantasy diferentes -uno para la nueva Supernintendo de 16 Bits y otro para NES- finalmente se optó por desechar el segundo juego y centrarse en el de la incipiente consola de Nintendo. Del proyecto perdido de Famicom poco se sabe a excepción de que iba a potenciarse el sistema de trabajos y solo llegaron a mostrarse imágenes en alguna revista. El caso es que Final Fantasy IV vio la luz en Japón el 19 de Abril de 1991, llegando en Noviembre del mismo año a Estado Unidos. Los europeos tendríamos que esperar a reediciones en fechas más cercanas para poder disfrutar de él, aprovechando sus relanzamientos en los sistemas acostumbrados, Playstation, Wonder Swam Color, Game Boy Advance…
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Muchos jugadores se confunden aquí con la diferente numeración de los juegos de la serie en Estados Unidos y Japón y es que al no haber aparecido dos de las primeras entregas en America, el Final Fantasy VI japonés pasa a llamarse en Estados Unidos Final Fantasy II. Solo a partir de la séptima entrega los nombres de los juegos se uniformizan definitivamente.
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Argumento
En esta ocasión asumimos el papel de Cecil, Caballero Oscuro y capitán de la flota de los Red Wings que actúa bajo las órdenes del rey de Baron. Cecil y su amigo Kain dudan de las buenas intenciones del monarca, obsesionado con conseguir los cristales del poder, así que se embarcan en una aventura a lo largo del mundo que les lleva desde las entrañas de la tierra hasta la luna. La profusión de personajes en éste Final Fantasy es la habitual y al grupo se unirá gente como Rosa -la novia de Cecil- Edward, príncipe de Damcyan, el ingeniero Cid Pollendina o los gemelos Palom y Porom de Mysidia.
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Sistema de juego
Al margen de la lógica mejora gráfica debida al salto de generación -detenerse aquí no tiene demasiado sentido- Final Fantasy IV introduce por primera vez el concepto de batalla activa de tiempo o ABT, en la que hay que dar órdenes a los personajes en tiempo real. Este sistema va a permanecer como un elemento característico de todo Final Fantasy en posteriores capítulos, exportándose además a otros juegos de Square como el mítico Chrono Trigger. El sistema ABT creado por Hiroyuki Ito y Akihiko Matsui no sería bautizado como tal hasta la siguiente entrega, donde además se perfeccionaría su funcionamiento. En éste sentido, Final Fantasy IV crea escuela. Con todo, los más puristas siempre lo han acusado de simplificar demasiado el sistema de juego, puesto que en ocasiones los personajes progresaban en su aprendizaje a medida que ocurría algún evento en la trama. Como nota curiosa y rompiendo con el tradicional color amarillo, en éste juego aparece por primera vez un chocobo negro, que además es capaz de volar. En posteriores juegos veremos chocobos de muchos colores, pudiendo llegar incluso a criarlos en Final Fantasy VII.
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Con Final Fantasy IV desaparece la selección de trabajos característica de los inicios de la serie y los nombres vuelven a estar prefijados desde un principio, idea que perdurará en posteriores entregas. Se trata de que los personajes no sean meros monigotes en blanco, unas pretensiones que entroncan directamente con un argumento más coherente y continuista. Ya no participamos en misiones aisladas entre si sino que ahora hay un verdadero hilo argumental repleto de giros y motivaciones. Además, aumenta notablemente la profusión de los diálogos. Puede decirse que con Final Fantasy IV comienza una vocación más cinematográfica que jugable, sin duda la piedra angular de lo que hoy podemos definir como “esencia Final Fantasy”. Las excelentes críticas que recibió en su día confirman su condición de clásico.
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Música
En cuanto a la música, Nobuo Uematsu firmó aquí uno de sus mejores trabajos. A todos aquellos a los que los sonidos de los videojuegos antiguos les resulten insoportables, basta remitirles a Final Fantasy Celtic Moon -un compacto que reinterpreta las mejores composiciones del juego en clave de música celta- para comprobar la calidad de los temas de éste Final Fantasy IV.
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Final Fantasy IV Easytype y versión USA
En el mismo 1991 salió a la venta en Japón una versión modificada del juego llamada Final Fantasy IV Easytype que conservaba todos los detalles del original pero cuya jugabilidad había sido modificada para hacerlo sustancialmente más asequible a los jugadores principiantes. Estos cambios hacían desaparecer algunos hechizos como el de Escudo o Protección, unificaban los ítems de curación para los estados alterados en uno y eliminaban algunos objetos y ataques especiales, además de ofrecer precios más baratos en las tiendas y monstruos más fáciles de derrotar. Lo cierto es que el único cambio visible es el sprite del monstruo final, un insecto verde sustituido incomprensiblemente por un pequeño diablo rojo. No era la primera ni la última vez que un Final Fantasy era modificado. Y es que ya desde su primera entrega, los juegos de la saga han sido retocados a la hora de comercializarlos en los mercados occidentales pero en éste caso concreto los cambios fueron más que notables.
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Mucha gente piensa erróneamente que Final Fantasy IV Easytype es de hecho la versión del juego traducida al inglés por SquareSoft, la sucursal norteamericana de Square. Nada más lejos de la realidad, aunque la versión americana de Final Fantasy IV -Final Fantasy II- se asemejaba en cierto modo a Final Fantasy IV Easytype, esta incluye otros cambios debidos a la censura tales como la eliminación de elementos religiosos judeocristianos -la magia Holy pasa a llamarse White- o recortes en escenas que se consideraron demasiado violentas. Se modificaron además algunos nombres y se eliminó el famoso huevo de pascua en el que podíamos entrar en una habitación en la que estaban los programadores del juego. En cualquier caso, la traducción al inglés de Final Fantasy II fue muy criticada por su mala calidad y por omitir muchos detalles de la trama. Todos estos cambios se subsanaron casi del todo en la edición Chronicles de Playstation, que recuperó la amplitud del juego original.
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Final Fantasy V
La quinta entrega de Final Fantasy ve la luz en Japón el 6 de Diciembre de 1992. Este va a ser el último título de la serie en el que Sakaguchi ejerza de director, aunque seguirá produciendo las posteriores entregas de la franquicia hasta su definitiva salida de Square-Enix. Atentos a la odisea que tuvo que recorrer éste juego hasta poder salir del país del sol naciente. El caso es que Final Fantasy V fue anunciado originalmente como Final Fantasy III en Estados Unidos, pero tras numerosas dificultades imprevistas -los rumores apuntan a su elevado nivel de dificultad, aunque otros hablan de verdaderos problemas de comunicación con Nintendo- su lanzamiento en Norteamérica se canceló, siendo Final Fantasy VI el título rebautizado allí como Final Fantasy III.
La historia no acaba aquí, puesto que en 1995 -un año más tarde del lanzamiento americano de Final Fantasy VI- Square planeó relanzar Final Fantasy V en Estados Unidos bajo el título de Final Fantasy Extreme. Como si de un alter ego oscuro de Final Fantasy IV Easytype se tratara, la idea era orientarlo a los jugadores más expertos. No obstante, Final Fantasy Extreme nunca vio la luz debido a las reestructuraciones sufridas por SquareSoft un año más tarde, con Square Redmond desaparecida -algunos de sus miembros fundaron Crave Entertainment- y sustituida por las sucursales de Los Angeles y Honolulu. Tampoco acaba aquí la cosa, puesto que Eidos también trató de editar sin éxito Final Fantasy V para PC en 1997. Finalmente, tras muchos años en el tintero, el juego se ha podido comercializarlo en inglés con Final Fantasy Anthology y posteriormente ha también aparecido una versión para Game Boy Advance.
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Argumento
Los cuatro cristales elementales mantienen la armonía de la tierra. El rey Tycoon parte al templo del cristal del viento solo para comprobar cómo éste se quiebra ante sus atónitos ojos. Siguiendo los pasos de su padre, la princesa Lenna se encuentra con el protagonista Butz, a los que se unen un viejo marinero amnésico llamado Galuf y el capitán pirata Faris. Una vez en el templo, los cuatro protagonistas se descubrirán como paladines encargados de que los restantes cristales no corran la misma suerte. Comienza así una aventura clásica que retoma la idea de los mundos paralelos y las amenazas del espacio exterior. La miniserie de anime Final Fantasy V: La leyenda de los cristales (1994) continúa la historia 200 años después del final del juego.
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Gráficos
El apartado gráfico de Final Fantasy V es casi un calco de su predecesor pero si que podemos destacar aquí el uso del Mode7 -una herramienta muy utilizada en Super Nintendo y también en los actuales juegos de Game Boy Advance- que permitía rotar y escalar la imagen consiguiendo muy buenos efectos visuales. Un claro ejemplo de esta técnica lo encontramos precisamente en los mapeados de los Final Fantasy de Super Nintendo.
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Sistema de juego
El sistema de juego de Final Fantasy V es muy similar al de su predecesor pero en esta ocasión se retoma e insiste en los oficios. Así, a cada personaje se le puede asignar una de las 22 clases de oficios disponibles -caballero, mago, ladrón, etc- obteniendo así ciertas habilidades innatas a cada uno de ellos. Los puntos de experiencia van a aumentar el nivel de cada oficio y a añadir otras habilidades secundarias. El ABT sigue estando presente y se perfecciona de manera que los personajes puedan ejecutar las diferentes acciones en base a un periodo de tiempo representado por una barra que se llena y va disminuyendo conforme se mejoran determinados valores. Los final boses especiales a imagen y semejanza de las Armas de Final Fantasy VII hacen también acto de presencia por primera vez.
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Final Fantasy VI
La sexta entrega de la serie es sin duda una de las más emblemáticas y apreciadas por los aficionados. A nadie se le quedará pequeña la boca a la hora de afirmar que Final Fantasy VI es sin duda uno de los mejores RPGs jamás realizados y por eso que un servidor se extenderá especialmente en éste apartado, aunque lo cierto es que para hacerle justicia deberíamos dedicar una monografía en exclusiva al juego. Y es que a algunos nos puede la nostalgia… Ciertamente, Final Fantasy VI supone la despedida de Final Fantasy en consolas de sobremesa antes de su paso a las tres dimensiones en las que se ha asentado.
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Los directores del juego fueron en esta ocasión Yoshinori Kitase y Hiroyuki Ito. El juego fue lanzado en Japón el 2 de Abril de 1992, llegando a Estados Unidos el 21 de Noviembre de 1994 bajo el nombre de Final Fantasy III. La conversión fue bastante digna aunque ciertas limitaciones técnicas forzaron a los desarrolladores a que los nombres solamente estuvieran compuestos por seis letras (Stragos cambia a Strago) mientras que otros cambios (Tina por Terra) se deben simplemente a diferencias culturales. En Europa, como siempre, tuvimos que esperar hasta el año 2002 para poder disfrutarlo por primera vez en Playstation junto a una demo de Final Fantasy X. Años más tarde salió a la venta una versión para Game Boy Advance.
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Argumento
Han pasado 1000 años desde que la guerra Magi enfrentara entre sí a Espers y humanos. Tras una cruenta lucha sin vencedores ni vencidos, los Espers se retiraron a lugares ignotos mientras los humanos trataban de reponerse de la mayor de las tragedias. Con el paso del tiempo, el uso de la tecnología ha venido sustituyendo a la desaparecida magia pero el malvado Imperio ha revivido éste poder oculto y lo usa para saciar sus ansias de conquista. Es entonces cuando, en la pequeña aldea de Narshe, en las profundidades de una mina olvidada, aparece un Esper vivo. Tras esta premisa argumental los personajes recorren un mundo a medio camino entre lo medieval y la revolución industrial.
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En Final Fantasy VI el elenco de protagonistas -compuesto por catorce personajes- es el más extenso de toda la serie y por primera vez el papel principal recae en gran medida en una mujer. Desde el ladrón Locke hasta la misteriosa Terra, pasando por los hermanos Edgar y Sabin o el atormentado Cyan Garamonde, la galería de personajes de éste Final Fantasy VI es tan soberbia como irrepetible. El juego va entremezclando los destinos e historias personales de cada uno de ellos de forma magistral. Incluso los villanos, liderados por el cruel e histriónico Kefka, resultan carismáticos. En resumidas cuentas, el guión del juego es, por su profundidad dramática y desarrollo de personajes, uno de los puntos fuertes. Pero no es el único…
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Gráficos
Nos encontramos ante un verdadero monstruo de las dos dimensiones, aunque en esencia similar a sus dos predecesores. Ya desde la espectacular introducción del juego, el nivel es altísimo. Resulta difícil describir el detalle y la perfección de los escenarios, fondos, diseños de máquinas y personajes o los estupendos efectos visuales a la hora de ejecutar las magias en el campo de batalla. Todos ellos lucen de manera soberbia en Supernintendo. Nuevamente, el uso del Mode 7 en el mapeado -imitando la apariencia de un entorno tridimensional- es fantástico para la época. Probablemente sea éste uno de los juegos que más explotó los recursos del “cerebro de la bestia”. El arte del inimitable Yoshitaka Amano lucen especialmente bien en esta entrega.
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Sistema de juego
En Final Fantasy VI cristalizan todas las características de los RPGs japoneses clásicos en general y de la serie Final Fantasy en particular. El sistema de juego es conocido por todos, con sus puntos de experiencia, Hit Points y Magic Points, subidas de nivel, críticos, estados alterados y demás parámetros habituales. La particularidad es que en esta ocasión el equipamiento de cada personaje influye en sus habilidades. También es relevante la posibilidad de cambiar a los miembros del equipo y la aparición de ataques especiales llamados límites. Las invocaciones (los propios Espers) son de nuevo personajes con una importante trascendencia argumental. Todos estos elementos terminan de configurar Final Fantasy tal y como lo conocemos hoy en día.
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Otra novedad del sistema ATB es la posibilidad de escoger libremente el orden en que usamos a los personajes, independientemente de cual haya sido el primero que ha llenado su barra de acción. A la hora de las batallas se establecen además dos líneas de combate -vanguardia y retaguardia- que influyen en el daño efectuado y recibido. Además, se incorporan unos accesorios especialmente poderosos llamados reliquias. La profusión de side-quests y curiosidades ocultas hacen de este Final Fantasy un juego muy duradero en el que hay que invertir muchas horas si se quieren descubrir todos sus secretos. Eso si, sus detractores lo acusan de ser demasiado fácil.
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Música
La BSO que Nobuo Uematsu elaboró para la ocasión es una de las mejores jamás creadas para un videojuego. El compacto Final Fantasy VI Grand Finale que recoge la música del juego en versión orquestal no debería faltar en la colección de cualquier amante de la música de videojuegos que se precie. Es más, debería de ser una escucha obligada para todos los amantes de la música en general. Destacan especialmente el precioso tema de apertura y el Aria di mezo carattere, compuesta por Uematsu para el juego e interpretada por la soprano Svetla Krasteva.
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Curiosidades acerca de Final Fantasy
■ El texto de las versiones japonesas de los primeros Final Fantasy estaba compuesto en exclusiva por caracteres kana. En consecuencia, gran parte de los diálogos eran simples textos agrupados, lo que los hacía especialmente difíciles de comprender para los jugadores más viejos y los extranjeros que aprendían japonés. A partir de Final Fantasy V se comenzó a utilizar cada vez más kanjis -ideogramas japoneses- en los textos, tendencia que ha ido en aumento hasta hoy en día.
■ En casi todas las entregas de la serie aparece un personaje llamado Cid. Los jugadores más jóvenes recordarán a Cid Highwind de Final Fantasy VII o al monarca de Final Fantasy IX, pero la primera referencia al nombre se remonta a Final Fantasy IV. Normalmente Cid suele ser un mecánico o alguien estrechamente relacionado con las naves voladoras. Muchos otros personajes repiten nombre a lo largo de los juegos de la serie en lo que constituye un guiño más por parte de Square a sus fans. Otros nombres aluden directamente a fenómenos o elementos naturales (Terra, Cloud, Squall).
■ Final Fantasy no duda en auto-referenciarse constantemente. Los ejemplos son innumerables. Sin ir más lejos, al inicio de Final Fantasy IX una orquesta interpreta el himno marcial de Shinra extraído de Final Fantasy VII. Pero para los aficionados más veteranos y atentos hay muchos otros detalles ocultos que hacen referencia a las viejas entregas de la serie. Por ejemplo, en Final Fantasy IV Advance hay un enemigo secreto llamado Zeromus EG. Esa EG significa Easy Game y se refiere al Zeromus utilizado en Final Fantasy IV Easytype.
■ En Final Fantasy III hace acto de presencia un monstruo con aspecto de cangrejo al que los programadores bautizaron como Uruk Hai. Se trata de un homenaje a las malvadas criaturas creadas por Tolkien que todos hemos visto en las películas de El señor de los anillos. Además, en casi todos los Final Fantasy aparecen dos personajes llamados Biggs y Wedge, en referencia a los personajes de Star Wars Biggs Darklighter y Wedge Antilles. Y no se trata del único guiño al universo de George Lucas que podemos encontrar en Final Fantasy. Si es que en el fondo son todos unos frikis…