La esencia del formato mp3 es la de comprimir el sonido (no en dinámica si no en datos) para hacer ficheros más pequeños. Eso, por definición y aunque el formato mp3 emplea una serie de algoritmos que suelen centrarse en eliminar aquellos sonidos que el oído (supuestamente) nota menos, indica que el mp3 jamás puede ser un formato equivalente al CD. Por ello se llama el tipo de tecnologías como el mp3 tecnologías "con pérdida" porque consiguen su menor tamaño a costa de eliminar información musical.
Tan sólo una comparativa del flujo de datos (aunque ello no sea una medida estrictamente exacta) nos muestra lo que se pierde en un mp3. Un mp3 de 320 kbps (atento, son kilo bits por segundo) no tiene jamás la misma información musical que los de un CD y no digamos de un DVD-Audio o un SACD.
Evidentemente hay un factor subjetivo involucrado en la apreciación de dichas diferencias que está muy relacionado con la manera que tengamos de escuchar la música. En el caso de alguien que no escucha la música con mucha atención un mp3 a 320 puede sonarle muy parecido ('igual' puede incluso pensar) que un CD. Pero, en mi experiencia ni siquiera esta resolución de un mp3 captura la calidad de un CD ya que se pierden detalles de la música y otros elementos como 'aire' (el espacio de reverberación entre los instrumentos).
Para aquellos a los que nos gusta acercarnos lo más posible al sonido real de la música que amamos la opción está clara, discos bien grabados, bien masterizados y en la mayor resolucón posible. Así nos aseguramos conseguir escuchar lo más posible de la siempre limitada fidelidad de cualquier grabación (con esto quiero decir que no existe la grabación perfecta que refleje la realidad 100%).
Si tienes acceso al vídeo de Diana Krall "Live In Paris" y a un aparato 5.1 que reproduzca bien ambos formatos Dolby Digital y DTS ese DVD es un buen ejemplo de la diferencia que hace un formato más comprimido en datos (como es el caso del Dolby Digital) frente a uno menos comprimido, como es el caso del DTS. Si pones a banda sonora Dolby Digital el concierto te sonará bien pero la música se escuchará como viniendo de los altavoces. Cambias a la banda sonora DTS y notarás de pronto como los instrumentos parecen retroceder un poco de los altavoces y empezarás a escuchar más del eco de la sala donde se grabo. Es decir, el DTS, a cuenta de tener más resolución (en este caso a cuenta de eliminar menos información musical) permite notar más el aco de la sala. Lo mismo ocurre con las diferentes resoluciones más bajas de cualquier formato.
Espero que esta pequeña y, soy consciente, limitada explicación te sirva de algo.
Un saludo