Reflexiones vas a tener por cada superficie, y por cada foco (altavoz) de sonido. Puedes dividir esas reflexiones en tempranas (aquellas que el cerebro integra como parte del mismo sonido, retardos inferiores a 15 ms creo recordar, aunque hablo de memoria) que según la sala (medidas de la misma) pero suelen ser máximo tres reflexiones, aunque se consideran solo en la primera superficie, es decir, una sola reflexión. Y luego existe el campo reverberante, donde todas las reflexiones suelen tener similar presión, esto te indica el RT (tiempo de reverberación) que también en todo el rango audible ha de tener un margen pequeño, beneficiándose especialmente los diálogos de un valor bajo (mejor inteligibilidad, fíjate en los locutorios, cómo el sonido es más apagado, muy poca reverberación), aquí es la absorción general en toda la sala, mobiliario dentro de la misma, etc. Por eso nos suena peor una sala vacía que cuando tiene su mobiliario, cortinas, etc, porque el tiempo de reverberación es elevado (tiempo transcurrido desde que una señal dada deja de emitir hasta que esta decae 60 dB respecto a la presión inicial).

En resumen, la pared trasera también debes considerar su tratamiento. Suele funcionar la difusión en esa pared, para mejorar la espacialidad, pero con sus limitaciones: si la distancia tras el punto de escucha a la pared trasera es menor que aproximadamente 1/4 la longitud de onda mínima que pretendes difundir (los difusores abarcan un rango efectivo de 3 octavas generalmente) no merece la pena, mejor poner absorción, es por ejemplo lo que se emplea en salas domésticas donde el sofá se pega a la pared trasera.

Saludos.