Tuvo el sistema cassette otros usos menos lúdicos y festivos. Tuve (y tengo) uno de los primeros grabadores mono de tamaño walkman de Sanyo, con su altavoz externo, pero aún un tanto aparatoso. La revolución sin embargo en mi caso fué la llegada y relativa popularización del microcassette, que para mi significó la liberación de la típica agenda, las anotaciones a la carrera con el consiguiente ¿y aquí qué escribí dios mio?, las notas en papeles sueltos y post-it que muchas veces terminaban por extraviarse, las camisas perdidas por el boli que te enganchabas al bolsillo con la punta fuera, los pinchazos del portaminas, la escritura de notas y comentarios en las reuniones de trabajo para recordar lo hablado, el clásico regalito de reyes con el recambio para la agenda del nuevo año...Luego llegaron las PDA's y las grabadoras digitales y desde hace unos años me apaño con la grabadora del móvil.

Pero, Diógenes que es uno, me quedé con el último cacharro de cada época. La última agenda, el último grabador de cassette, la última grabadora de microcassette, la última PDA...en un afán por no olvidar desde donde venimos y hacia donde vamos. Quizá algún día un nieto los observe con curiosidad, como hacemos ahora con los antiguos aparatos de nuestros ancestros.

Aqui el microcassette Sanyo: