Sigo .
Habíamos visto que uno de los factores clave a la hora de digitalizar una señal era la cuantificación en bits y que lo asociábamos como el eje vertical (ordenadas) de la representación gráfica de la señal .Vimos que a mayor resolución más precisión habría y que era como una regla de pongamos 120 cm . Más precisión (bits) nos permitía que esa escala fuese de mm o menos .

Ahora le toca a la frecuencia de muestreo que será el componente adicional que nos falta para digitalizar una señal y será nuestro eje de abcisas .

El señor Nyquist allá por el año 1928 dijo que podíamos reconstruir íntegramente una señal si ésta era muestreada al doble de la mayor frecuencia que queríamos en este caso digitalizar.

Así que cuando Sony y Philips se encontraban en los preliminares del diseño del CD y decidieron que la cuantificación iba a ser de 16 bits (porque Sony se impuso, que en un principio se habló de 14 bits) les quedaba el oro parámetro, la frecuencia de muestreo . Lo que ellos necesitaban par un ancho de banda de hasta 20 Khz eran 40 Khz pero finalmente se eligió 44,1 Khz .

Parece ser que la razón de elegir 44.100 Hz de muestreo fue por la grabación en vídeo porque los primeros soportes digitales estaban basados en la grabación en vídeo . El ntsc tiene 525 líneas de exploración pero en la grabación no usa 35 de esas líneas, con los que nos quedan 490 líneas activas . Pero como entonces se grababan en dos fases o campos (entrelazado), tenemos 245 lineas por campo . Se pensó en búfer o memoria capaz de almacenar al menos 3 líneas por campo, de modo que tendríamos una velocidad de 60 Hz de refresco del ntsc x 245 líneas activas del campo x 3 = 44.100 Hz . Y todo esto se permitía poder grabar en un soporte en cinta de vídeo .

Bien, pues como ya tenemos 16 bits de cuantificación y 44,1 Khz de frecuencia de muestreo ya sabemos tanto por los bits como por Nyquist que podemos digitalizar el sonido con mucha calidad . En la próxima entrega, intentaré explicar de una forma báisca el funcionamiento.