Hola Fredy:
Me parece muy interesante tu reflexión en voz alta. Yo siempre he pensado lo mismo que tú: en como nuestro software neuronal influye en nuestras audiciones. Mis experimentos conmigo mismo me permiten sacar algunas conclusiones:
- Para escuchar música los homo sapiens funcionamos en 2 modos: 1.) modo escucha audiófila y 2.) modo escucha melómana. El primero lo usamos cuando hacemos la audición de un equipo o una prueba comparativa de formatos (por ejemplo CD vs SACD). Cuando ponemos el segundo modo dejamos de escuchar todas esas sutiles diferencias que percibimos en el primer modo, o al menos de ser conscientes de ellas, y simplemente disfrutamos de la música o nos fijamos en aspectos meramente interpretativos (esto en realidad requiere un tercer modo, que es el de "crítico musical" ;-)).
- El oido no solo es que se satura, sino que utiliza diversos mecanimos de extrapolación e interpolación apoyados en información memorizada para suplir la ausencia de información auditiva en una escucha. Un ejemplo es el de los teléfonos móviles, que por razones de escasez de espectro usan una banda de frecuencias limitada, por encima creo recordar que de los 600 Hz, con lo cual se cargan buena parte de las notas fundamentales de la voz humana. Al principio eso hacía que no solo las voces a través del móvil nos sonoran metálicas sino que no reconocieramos la voz de nuestra madre cuando nos llamaba. Pero después de un tiempo el oido no solo reconstruye las fundamentales empleando los armónicos, sino que usa la información memorizada sobre la voz real de nuestra madre para reconstruir la voz que nos llega por el móvil.
- Lo anterior hace que las deficiencias o ventajas de un amplificador en una comparativa de amplificadores o de un formato como el CD en una comparativa de formatos (por ejemplo con el SACD) las notemos sobre todo en una primera escucha "virgen", pero tenderán a ser igualadas en escuchas repetidas. Yo por ejemplo tengo la tesis de que el CD es un formato horrible y de sonido metálico al que simplemente nos hemos acostumbrado.
- Estoy convencido de que hay factores externos que afectan nuestro ánimo y, por tanto, influyen sobre nuestra capacidad de escucha, aunque tampoco he leído todavía nada sobre este tema. En mi propia experiencia la mejor escucha se hace por la mañana cuando los sentidos están descansados y el oido no está saturado. Cuando pongo el modo audiófilo bien para comparar equipos bien para comparar formatos trato además de no haber escuchado música en las horas anteriores para evitar la saturación del oido.
- En cuanto a la música para probar los equipos creo que interesa que más que música clásica o liras y eso, sea una música con la que estés familiarizado, en primer lugar, y que contenga contrastes dinámicos, en segundo lugar. Es decir, pasajes a bajo volumen seguidos de rápidas subidas de volumen en un corto espacio de tiempo. Es posible que la música que escuchas un 80% del tiempo no tenga una dinámica tan extrema, pero se supone que el equipo lo compras para que tenga un potencial en reserva que no sabes cuándo vas a querer usar. No creo que sea buena idea comprar un equipo especializado para música de cámara *Otra cosa que siempre recomiendo es que la música de una audición contenga voces, pues la voz humana es el instrumento con el que estamos más familiarizados desde la cuna y con el que vamos a notar cualquier pequeña falta de naturalidad bien en la electrónica bien en las cajas.
Bueno, eso es todo lo que se me ocurre por ahora.
Un saludo