Si resulta que todos los amplificadores suenan igual o casi igual, tendríamos posiblemente el único caso en la historia del mundo en que la técnica se ha estancado durante 50 años sin el menor avance. Mientras durante el mismo tiempo se inventaban y perfeccionaban los ordenadores, las naves espaciales y los coches eléctricos, miles y miles de ingenieros han trabajado durante dos generaciones completas en las mejores empresas de sonido del mundo intentando mejorar sus aparatos sin conseguirlo en lo más mínimo. ¡Ni uno solo de ellos! No sé si asombrarme más por tan tremenda demostración de incompetencia, porque sigan gastando el dinero en producir aparatos nuevos en vez de fabricar siempre los mismos o porque hayan conseguido engañarnos a millones de compradores durante todo este tiempo. Tengo mucho que pensar...