Esto da para un tema de debate super interesante, la verdad.

En efecto hay obras que tienen sentido "troceadas", por ejemplo las cuatro estaciones de Vivaldi, pues bien se pueden escuchar "troceadas" según estado de ánimo, preferencias, gustos, etc. Un Aria de ópera, bueno es lo que suele gustar popularmente y me parece bien, pero -y aquí es donde empiezo a dudar de esa forma de escucha, puede tener muchos más "inconvenientes que ventajas" (ya me pongo más selecto):

1. Por ejemplo, y sin hablar de magnifico transcurrir de la historia de Turandot, que se conozca especialmente por Nessun Dorma, dejando pasar otros pasajes de la ópera realmente de una belleza similar, como Non piangere Liu, o simplemente el espectacular comienzo, pues es una forma de que la gente se pierda una gran ópera por culpa de su Aria más conocida.

2. Otro caso, peor incluso que el anterior y que no exige "tragarse" ni siquiera una ópera: el cuarteto de cuerda Op.11 de Barber, que la mayoría de la gente lo identifica exclusivamente con el segundo movimiento. Personalmente, no solo no le encuentro sentido al segundo movimiento sin el primero sino que además me gusta más el primero.

3. En el Jazz, por ejemplo el concierto de Kholn de Keith Jarret me parece una genialidad en su totalidad, y esa evolución a lo largo de los movimientos solo se entiende si se escucha entero.


Bueno, corto el rollo: tenéis razón en que hay muchas cosas que se pueden escuchar salteadas, pero también ese tipo de escucha a muchas personas lejos de "aficionarle en particular", le fomenta un consumo rápido (que es el que facilita mucho más el streaming) y ya no es que pierda sentido de la obra, porque a lo mejor no es lo que busca, sino que se pierde partes mejores en pro de las populares.