De esto hace muchos años; finales de los 90 o primeros años del actual siglo. Un amigo mío era muy aficionado a escuchar música en su equipo a un volumen alto siempre, a veces muy, muy alto. Escuchaba todo tipo de géneros y estilos, pero le flipaba especialmente el rock más duro. Recuerdo una ocasión que estaba con él. La música la tenía tan, tan alta, que a mí personalmente me empezó a molestar. Le llamé la atención, pero el muy gili siguió subiendo el volumen. Ya percibí dolor en el oído. Casi le meto mano en el momento de la rabia que me dio. Bueno, no mucho después de aquel episodio le diagnosticaron pérdida de audición en uno de sus oídos. Raro, ¿verdad?