Cita Iniciado por Mayoyo Ver mensaje
La verdad es que llevo varios días siguiendo este hilo y me ha hecho reflexionar sobre varias cosas.

De entrada, todo lo que tiene que ver con la percepción sensorial, tiene una variabilidad enorme entre individuos. Me temo que al igual que hay diferencias entre los colores que ve cada uno, también va a haber diferencia en los sonidos (o frecuencias) que percibe cada uno.

No me refiero a que uno escuche la frecuencia de 10 Kz (eso es fácil de saber) sino como la interpreta cada uno.

Con los colores pasa eso, unos ven un color verde azulado y otros lo ven azul verdoso (vista). Unos soportan el picante sin problema y a otros les arde la boca (gusto). Una cosa te quema y a otro le parece templada (tacto). A unos les encanta el olor a queso roquefort y a otros les parece insoportable (olfato).

Resulta que ante los mismos estímulos sensoriales las respuestas personales son tremendamente variables.

¿Pensáis que no pasa lo mismo con el oído? ¿Realmente una frecuencia de, por ejemplo, 8.000Hz la interpretamos todos de igual forma?. Una cosa es que la oigamos, pero ¿todos oímos lo mismo?

Ahí lo dejo, pero tengo claro que la percepción sensorial de cada uno es diferente, aunque solo sea un poco, pero lo suficiente para pensar que en esto del audio, las matemáticas y la física son una cosa y la percepción que cada uno tiene de una misma cosa, puede ser diferente. De ahí que piense que a veces los sonidos matemáticamente imperfectos, pueden ser la delicia de algunos y un horror para otros.

A mí personalmente me parece perfecto que sea así, diverso... y que cada uno busque su perfección, incluso aunque teóricamente sea imperfecta.

Saludos
Una cosa es lo que oimos y otra lo que percibimos,es muy facil engañar a nuestro cerebro y mucho mas a nuestro oido porque otros sentidos prevalecen sobre el,como la vista y el tacto.El oido externo o medio puede fallar lo que nos haria dejar de oir algunas frecuencias porque algo esta mal en la membrana timpanica, pero tambien el interno nos puede jugar malas pasadas ya que es el que se encarga de mediante complejos impulsos electricos mandar al cerebro interpretar estas frecuencias.
Os dejo un interesante video donde se ve como nuestro cerebro nos puede engañar con el sonido que percibimos.