Lo triste no es que no dimita la pobre señora, sino que salga al paso de las críticas diciendo que "la dignidad no se mide en m2"

Si no le falta razón, no, pero creo que es tergiversar el dicho hasta límites insospechados y no querer asumir las consecuencias de tan tremenda cagada.

Pero bueno, el talante es lo último que se pierde.... hala!

salu2

P.D. Se me olvidaba el