Cita Iniciado por AlfonsoX Ver mensaje
Pero mira que le llegue Oxigeno y en proporción correcta, no sea que pilles hipoxia o hiperoxia, las dos son malas, pero mejor la ultima, solo te sentiras un poco atontao o como si te hubieses bebido un par de cubatas, la primera es más jodida mala leche irritabilidad y daños en el cerebro
Pues se ve que por aquí más de uno sufre alguna de las dos, o las dos a la vez, y además de forma crónica e incurable.

Por estos hilos te encuentras algunos personajes que se creen en posesión de la verdad absoluta que no basan sus afirmaciones nada más que en dogmas de fe indemostrables (claro, es que eso es la fe, creer en algo que no se puede demostrar que existe) y que tenderos charlatanes aprovechan para encasquetarles diseños de cables esotérico-galácticos más o menos mágicos que catapultarán la calidad de su equipo a lo más alto del universo audiófilo, claro está a cambio de un cantidad de dinero considerable. Para estos personajes defender su postura sólo puede consistir en el insulto y el ataque, pues no tienen ningún argumento sólido demostrable, más allá de sus "impresiones", que no pretenden sino justificar a toda costa el desembolso de la disparatada cantidad de dinero que han pagado por el imprescindible cable.

Como bien dice el título del hilo, yo también uso cables de marca, y no pasa nada... Y efectivamente, no pasa nada ni aportan nada. Mi equipos suena exáctamente igual (de bien o de mal, pero igual) con ellos que con otros de la calidad que sean. Y ,esto, esto se lo puedo demostrar al que quiera venir a mi casa con sus cables o sus lo que sea que interconecten una fuente y un amplificador (vale alambre de percha). Yo pongo las cervezas.

Y como mi intervención en este tipo de hilos es casi siempre para quitar hierro al asunto y no para entrar en disputas con nadie, que además no llevan a ningún sitio porque la terquedad humana es infinita (y además me importan tres carajos), pues me retiro de él por dónde vine y dejo las trifulcas para esos que como dije antes se creen (porque no lo están) en posesión de la verdad absoluta, y eso amigos míos, nadie la tiene (bueno, mi mujer sí, pero esa es otra historia).

A mí no me venden más humo, ni aquí ni allí.

Adiós.