Hombre, también es verdad que todo el mundo alguna vez se ha bajado algo (el que esté libre de pecado...). En mi caso, si oigo alguna canción que me convence pero no conozco al artista me lo suelo bajar, y si me acaba gustando el disco, me lo compro, y si es de esos discos en los que sólo merece la pena una o dos canciones, a la papelera.