Y siguiendo la inercia...

- "Señorita, ¿se acostaría usted conmigo por un millón de dolares?"
- "Por supuesto", respondía ella...
- "¿y por un dólar?", preguntaba de nuevo.
- "¿Qué se cree usted que soy?", contestaba la dama ofendida.
- "Lo que usted es, ha quedado claro, ahora estamos negociando el precio."

- Groucho Marx -