Avergonzado de llevar sangre española no, pero sí estoy avergonzado de tener éstos dirigentes. Eso de que tenemos lo que nos merecemos no es cierto del todo. Pero si dan hasta ganas de llorar cada vez que van a Europa, o a otros sitios, y ver esa cara de póquer que ponen cuando les están hablando, cara de no estar enterándose de nada de lo que les dicen. Y no me estoy refiriendo a que les hablen en inglés (que esa es otra), sino a que no saben por dónde les da el aire. En cualquier reunión de dirigentes mundiales son el último mono, el chico del botijo. Eso, a las que les invitan, que muchas ni las huelen.
En fin, ya desde ''El cantar de mío cid'' se viene diciendo aquello de ''Dios qué buen vasallo si tuviese buen señor''.