No es que quiera satanizar a los ricos, ni mucho menos, y tampoco... exterminarlos.
Hace muchos años, un misionero español (cuyo nombre no recuerdo) que ejercía su labor en Brasil; en el transcurso de una entrevista respondió a una pregunta que el periodista le planteó sobre ricos y pobres... lo siguiente "Yo no quiero que no haya ricos, lo que quiero es que no haya pobres".
Pienso por tanto, que es posible la coexistencia, es posible que recuperemos un poco de justicia social sin tener que sacrificar a nadie, los ricos seguirán siendo ricos y podrán mantener su nivel de vida aunque gozemos de derechos. La democracia no tiene que ser necesariamente incompatible con el capitalismo. A lo que debemos ponerle freno es al capitalismo neoliberal (salvaje), que camina hacia un rumbo muy peligroso para todos.
A Dios lo que es de Dios... y al Cesar lo que es del Cesar.
Cuando se plantea subir los impuestos a los ricos, no se está diciendo que les quitemos su dinero, lo que se está diciendo es que deben contribuir en la misma medida que el resto de mortales al sostenimiento del sistema, un sistema que les permite ganar mucho. Si se nos continua asfixiando económicamente, las consecuencias no serán buenas para nadie.