reviso el hilo, y aprecio algunas barbaridades enteramente fuera de lugar, por supuesto mías: esta por ejemplo:
segundo:
las estrategias matemáticas y curativas de antonio bru, puestos ya a decir las cosas por su nombre, no me suscitan el menor respeto

¿cuántas han sido las pruebas?
¿cuantos los resultados?
¿ante qué testigos?
¿en qué condiciones?
¿quiénes eran los enfermos?
¿quiénes los habían diagnosticado?
una afirmación totalmente gratuita y que sólo disculpa el tumulto dialéctico
así pues, no es que me baje del burro, pero me reacomodo: vamos, que sigo siendo escéptico, pero eso no me faculta para denigrar la labor de nadie. Mis disculpas, pues.


en cuanto a lo que dices de las farmacéuticas, aznar, en eso estoy al cien por cien: defenderé hasta el final que un hombre obtenga beneficios del producto de su pensamiento, los que quiera, puesto que el producto es suyo, de su mente y de su esfuerzo; pero me repugna la especulación, porque simplemente hace eso, envilecer -aparte de encarecer- el producto mental de otros mediante individuos que jamás han sido capaces de pensar en esfera mental alguna excepto para enriquecerse de forma injusta mediante un trabajo que no es suyo

saludos