Alicia Castro, la diputada conspi que declarara textualmente que nos estamos alejando cada día más de lo que es una auténtica democracia y se pretende implantar un dictadura donde manda Zapatero en la última etrevista televisiva de Luis del Pino justiifca que Díaz de Mera oculte información al tribunal, según dice por la falta de libertad que hay en España y porque saben que el gobierno perseguiría a esos policías, pero dice que los policías implicados sí tienen la obligación de aportar *la información, puesto que según ella es un caso distinto. Según dice, los policías estarían obligados porque ellos sí conocen la información de primera mano, a diferencia de Díaz de Mera.

A ver si he entendido la demoledora lógica que emplea esta diputada:

Hechos

Un ex director de Policía afirma que ha recibido un “chivatazo” de unos policías que arrojaría luces sobre el atentado más devastador de la Historia de España, pero se niega a revelar su identidad porque pondría en grave peligro la integridad de estos. El tribunal da todas las facilidades y asegura que tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar el secreto y proteger a los testigos si procediera llamarlos a declarar. El presidente de su partido le recomienda que aporte la información y los medios de comunicación afines se vuelcan diciendo que la mejor forma de proteger a los policías es revelando sus nombres públicamente, ya que entonces todo el país estará alerta.

Conclusiones de la diputada:

1. Prevalece la lealtad de este señor a sus antiguos subordinados, por encima del esclarecimiento del atentado, ante la oscura trama de violencia dirigida desde el gobierno que pondría en serio peligro a los policías. Es procedente entonces incurrir en delito de desobediencia.

2. Los policías tienen la obligación de sublevarse a su jerarquía, aún a riesgo de sus vidas, y acudir al tribunal de motu propio, a pesar de que a diferencia del caso 1, ellos no han sido requeridos judicialmente, y desconociéndose la relevancia del supuesto informe, el cual es “de opinión” según declara al tribunal Díaz de Mera. En este caso, a diferencia del primero, prevalece el esclarecimiento de Verdad por encima de otras consideraciones.

El razonamiento de la diputada falla en un detallito sin importancia:

[mode conspi ON]

Sin duda la policía a las órdenes del gobierno opresor tiene conocimiento de los autores del informe, puesto que fueron ellos quienes lo encargaron. Por tanto, cante o no cante diazdemera, el gobierno puede perseguir a quienes tienen la información de primera mano.

Es más, lo esperable a estas alturas, es que el gobierno haya ordenado torturar a los autores para obtener una confesión, o en su caso la identidad de los traidores que filtraron la información, tras lo cual habrán sido hechos desaparecer. La culpa es de diazdemera por no haberse estado calladito.

Mientras tanto, los compañeros de partido de esta señora que estaban al mando en el anterior régimen de libertades, han sido abducidos hasta declararaciones tan inauditas como las siguen:
La cúpula policial de Acebes desmiente la teoría de Díaz de Mera sobre el nexo de ETA y el 11-M

Los principales cargos policiales que trabajaron en la investigación del 11-M con Ángel Acebes al frente del Ministerio del Interior han señalado a este periódico que en ningún caso conocieron dato alguno que acreditara los vínculos entre ETA y los islamistas que atentaron en los trenes. Esa cúpula policial, que declarará en el juicio del 11-M a partir del 9 de abril, tampoco han conocido a través de sus compañeros que haya pruebas de una relación entre etarras e islamistas, ni de la existencia de un informe que llegue a esa conclusión. De esta manera, desmienten la acusación sin pruebas lanzada por el ex director general de la policía Agustín Díaz de Mera, que se amparó en una fuente anónima para sostener su particular teoría de la conspiración.

"No me consta ninguna vinculación entre etarras y los responsables de los atentados del 11-M" *
Cuarenta folios de coincidencias intrascendentes

Cuando la actual cúpula policial nombrada por el Gobierno socialista llegó al Ministerio del Interior y continuó las investigaciones abiertas a raíz del atentado del 11-M, habían pasado varios meses del atentado, pero no encontraron ni una sola línea de investigación de sus antecesores que apuntara a ETA.

Para entonces, los principales implicados en el atentado estaban "detenidos o muertos en el suicidio colectivo de Leganés", según había declarado el anterior ministro del Interior, Ángel Acebes, el 4 de abril de 2004. Y todos ellos tenían relación con el islamismo radical o con el mundo de la delincuencia que había contactado con los terroristas.

Los cargos policiales nombrados por el Gobierno de José María Aznar se han visto ahora sorprendidos por la acusación lanzada por el que fue su jefe, Agustín Díaz de Mera, respecto a la existencia de un informe, ocultado supuestamente por el Ejecutivo socialista, que apuntaría a la vinculación de ETA con los atentados del 11-M.

Ese informe al que se refiere Díaz de Mera fue encargado por el Comisario General de Información, Telesforo Rubio, para investigar cuánto había de verdadero en algunas informaciones de medios de comunicación especializados en la teoría de la conspiración, que apuntaron a la vinculación de ETA con el 11-M.

Distintos departamentos se pusieron manos a la obra y redactaron un informe de cientos de páginas donde analizaban una a una todas las sospechas que habían surgido respecto a una posible participación de ETA en los atentados.

Los informes policiales
El informe concluía descartando la participación de etarras en la matanza del 11-M y la vinculación de estos terroristas con los islamistas que pusieron las 13 bombas en los trenes o con aquellos que les suministraron los explosivos. Los cargos policiales bajo el mandato del PP han asegurado a este periódico que durante su mandato no se hallaron pruebas que apuntaran a ETA y que, posteriormente, tampoco han conocido la existencia de informes o investigaciones que avalaran esta tesis.

El ex director general de la Policía se ha negado a revelar ante el juez el nombre del agente o agentes que le informaron sobre la existencia de un documento donde se apuntaba la conexión entre ETA y los islamistas del atentado del 11-M. Unas horas después de ser multado e imputado por un delito de desobediencia, Díaz de Mera se puso en contacto con agentes de su confianza para pedir ayuda en el sentido de que algún funcionario justificase su acusación sin pruebas.

El Gobierno del PP encargó un trabajo especial el 13 de marzo, dos días después del atentado y un día antes de las elecciones, sobre contactos de presos islamistas con etarras en las cárceles españolas.

Ese documento, elaborado por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, recogió hasta seis contactos (conversaciones grabadas a terroristas etarras e islamistas) que se investigaron en su día sin que dieran ningún fruto que pudiera acreditar la relación de ETA con los atentados.

Ante las dudas que provocaba la dimensión y características del atentado, durante tres días el Gobierno del PP insistió en que la principal línea de investigación sobre los atentados era la etarra, mientras las pistas llevaban a la policía a Lavapiés. El PP ha mantenido desde su derrota electoral del 14-M que había que seguir investigando la posible implicación de ETA.

En el sumario del 11-M hay varios tomos dedicados a esa investigación de posibles vínculos entre etarras e islamistas sin que en ningún caso haya pruebas que puedan sostener una relación entre ETA y la matanza de los trenes. Esa teoría ha llegado al juicio a través de asociaciones de víctimas que apoyan las tesis del PP y que preguntan reiteradamente a testigos y acusados sobre ETA, hasta el punto de que el presidente del tribunal les ha llamado la atención.

El PP ha formulado en los dos últimos años numerosas preguntas por escrito al Gobierno sobre pruebas que pudieran implicar a los etarras en el atentado del 11-M. Pero todos esos intentos de distintos dirigentes del PP se han estrellado con los hechos y con las pruebas, ninguna de las cuales ha alumbrado siquiera una pequeña duda respecto a la autoría exclusivamente islamista de los atentados del 11 de marzo