De hecho, el propio Pedrojota Ramírez comenzó a marcar distancias hace mes y medio, él, uno de los promotores de los "enigmas" del 11-M, con un sonoro editorial en el que afirmó:
1ª) "Aunque haya detectado y subrayado todas las lagunas y contradicciones que hacen muy difícilmente verosímil la versión de los hechos incluida en el sumario, El Mundo no sostiene al día de hoy ninguna teoría de la conspiración ni doctrina alternativa sobre lo que ocurrió el 11-M".
2ª) "El Mundo no tiene suficientes elementos de juicio al día de hoy para sostener que los acusados sean ni culpables ni inocentes y les seguirá tratando por lo tanto de acuerdo con la presunción establecida en nuestras leyes".
3ª) "El Mundo acatará y respetará cualquier sentencia que emita el tribunal tanto si, cuando llegue el momento, coincide con su criterio como si no".
4ª) "El Mundo continuará buscando la verdad de forma legal y por sus propios medios hasta que todos los aspectos esenciales de lo ocurrido queden satisfactoriamente aclarados".