Bueno Atléticos, hemos sentido de nuevo ese atropello del destino que nos hace rememorar el dolor y el desamparo al que estamos sometidos como simples mortales en un vasto universo más allá de nuestra comprensión.

Menos mal que hemos aprendido a ganar incluso perdiendo, y no nos vamos a dejar engañar por el carácter transitorio de esta derrota.

Hoy es un gran día para escuchar a Etta James.

Saludos