Lo que sí es fe es creer en la verdad oficial del 11-M que tiene más agujeros que un colador.
Federico es así. Le "amas" o le odias, a nadie deja indiferente. Tengo, com o cualquiera, perfecto derecho a estar entre los primeros o entre los segundos. Pero nadie tiene derecho a silenciarlo si la gente le quiere escuchar mientras no transgreda el Código Penal y la Constitución, cosa que otros muchísmos sí hacen.
Que molestan sus ideas y su forma de exponerlas. Por supuesto. También me joden a mí las de Quema Zares, las de Cebrián, las de Goebelsondo y tantos otros pero no estoy todo el día dando la murga con que hay que echarlos del país, cerrarlos o taparles la boca. Ni siquiera les llamo talibanes, aunque se merezcan con creces este calificativo. *
El problema no son sus ideas, sino el estilo incisivo, dinámico, agresivo como las defiende. En este país y si me apuráis hasta en Europa eso está reservado a la izquierda, que es la única religión verdadera.
Aquí a las derechas, o a los liberales, sólo se les consiente que estén calladitos o que su influencia social sea nula. Sólo así se les tolera que ejerzan las libertades que al parecer, sólo son patrimonio de la izquierda.
Pero el problema no es (sólo) de las izquierdas. Es de las derechas maricomplejines. ¡Qué hallazgo!
Por último, quien no esté de acuerdo conmigo tiene perfecto derecho a rebatir mis ideas e incluso a meterse conmigo hasta en plan faltón. La elegancia no es patrimonio común de los mortales, qué le vamos a hacer. Eso sí, no admito lecciones de democracia ni de libertad ni de progreso de nadie. Y muchísimo menos de gente que no sabe quién soy ni a que me dedico.
Saludos.