¡Ostras! No me había fijado que esto hacía referencia a la infame Albóndiga.
Ni bolsa cabecera ni nada. Como mínimo, caja de guantes con control remoto, y vigilancia por TV en circuito cerrado. Con 128 líneas de resolución como máximo. Y en blanco y negro.
Claro que viéndola y tras recuperarse del susto, uno puede entender algo más los posicionamientos de su marido, el Enric Sopena. So pena que aguanta, el pobre...