... nunca he entendido muy bien esa adoración por el pelusa, no me refiero por supuesto a sus vitudes futbolísticas incuestionables, pero si a las personales, no me parece ejemplo de nada, todo lo contrario ... ni aun considerándolo un jueguete roto ... me parece una "persona" muy prescindible y un síntoma del estado de deteioo social de un país ... que tendrá que pasar en Argentina para sentir veneración por este personaje.

Saludos.