Entiendo que tienes entonces experiencia laboral práctica como yo con países como Argentina, Chile y Brasil. Y, aunque en este último no se hable castellano, la comunicación es mucho más fluída sabiendo castellano (que el 80% de los Brasileños lo pueden llegar a entender a medias) que inglés (que el 80% de los Brasileños no entienden ni "potato"). Todo esto en una banco importantecon más de 80 mil empleados. Que por no tener no tenían ni idea de lo que es el data mining, ni de cómo implementar un soft de CRM, y para que te den el saldo y tus posiciones de inversión te tocaba avisar con dos días de antelación para que lo puedan consultar. Cuando en un mercado así una empresa que mueve anualmente más de 50 mil millones de dólares necesita soluciones, quiere que sean lo más fáciles de implementar posibles, y eso implica en gran parte el factor IDIOMA. También coste, que una empresa española (que aquí de banca sabemos mucho) cobra menos que los guiris, pero... el plus del idioma, aunque ni sea el mismo, es, en palabras del cliente, uno de los factores determinantes.
Ahora, seguro que me lo estoy inventando todo.
Es más fácil reducir el mundo del "business" a lo angloparlante, obviar más de 550 millones de latinoamericanos y decir que el mundo que importa se reduce a los USA y Reino Unido, claro. Más cara a quitarle mérito al idioma castellano.
Si 550 millones de Latinoamericanos (más 45 "espanyoles"), cómo decirlo, "no importan", imagínate el sentido que tiene dedicar siquiera un minuto a idiomas como el alemán (90 millones contando austríacos y suizos?), francés, italiano o catalá...
Vamos a quitarle caspa al tema
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