No todo es el talento deportivo en la vida de cualquier crack. Además debe tener talento personal. Los deportes de dos ruedas revelan especialmente la personalidad del deportista. Todos recordamos la diferencia entre un Induráin y un Armstrong, tremenda nobleza y sencillez el primero, prepotencia y desprecio a los rivales el segundo. La forma de pedalear, como la de pilotar, son un reflejo de la personalidad del deportista.

Todo deporte tiene unas reglas, escritas o no. Intentar saltárselas para obtener un beneficio inmediato, por lo general termina volviéndose en contra, y denota la cegatería de quienes lo cometen. Rossi es, hasta ahora, el mejor piloto de la historia, pero yo al menos no lo voy a recordar como uno de los grandes: demasiado show-business y demasiadas marrullerías. Dani es un tipo con un koko privilegiado y al que no van a subírsele fácilmente a la cabeza las mieles del éxito, en contra de lo que les pasa a otros de su edad, (léase Alonso que es un personajillo chulesco que personalmente no aguanto)

Aupa Dani