Yo he volado un par de veces, hace ya demasiados años, en el Concorde de Londres a Nueva York. Algo más de tres horas, y llegabas a destino. El problema era que consumía mucho combustible, no transportaba muchos pasajeros, y el billete costaba bastante dinero. En cuanto tuvo el accidente en París, aprovecharon para quitárselo de enmedio lo antes posible.

Vuelos largos, los he hecho en casi todo tipo de aviones. El modelo más reciente, que me encantó, fue el A380 que también han decidido ya dejar de fabricar.

Pero sí, el transporte aéreo es cada vez más antipático, más incómodo y más estresante.