Bueno si lo que realmente ocurriera en palestina fuera lo que se ve en el vídeo, pues minucias. Un colono impregnado de una supuesta autoridad moral por lo que diga su librote sagrado y los presagios en él contenidos para apropiarse de las tierras de otro es un chiste. Y malo.

La realidad es mucho más cruel. La realidad es que el estado judío mira para otro lado, o aún protege a los delincuentes sionistas cuando éstos bloquean carreteras o queman y fumigan campos de cultivos palestinos para provocar en éstos hambruna y miseria, apedrean a civiles inocentes y sus casas, destrozan sus medios de producción agrícola, matan a su ganado, hacen razzias nocturnas en poblados desprotegidos al más puro estilo KKK o arrancan las higueras, almendros y olivos que dan sustento a unas pobres familias. Esas mismas acciones que se producen casi a diario pero que nuestra adorada corresponsal de RTVE en la zona no puede denunciar porque no la dejan acceder a la zona...los militares judíos. Para que luego venga un portavoz de la embajada señalándola con el dedito, el muy sinvergüenza, como si aqui tuvieran algún poder más allá de la bajada de calzones de marianico, el ruiz cobardón y el inoperante amargallado de cara a felar a los yankees. Y sin contar con que de acuerdo con la legislación internacional vigente, la anexión de territorios de Estados bajo ocupación militar y el asentamiento de poblaciones son crímenes de guerra.

Lo de Margallo es que tiene delito. Un bisabuelo suyo, militar y Gobernador de Melilla en 1893, fué responsable directo de la 1ª Guerra del Rif, también llamada Guerra de Margallo, al empezar la construcción de una fortificación muy cerca del sepulcro de un santo venerado por las cabilas rifeñas. Se lió parda y más de 1.500 soldados españoles de la época fueron masacrados, en una aventura militar al más puro estilo del posterior General Silvestre. Y si no palmaron todos, previa preceptiva sodomización muy del gusto del rifeño, fué gracias a la activa actitud de un por entonces desconocido teniente llamado Miguel Primo de Rivera (quien, según las malas lenguas de la época, y en previsión de una total aniquilación, le pegó un tiro al General Margallo convencido de que la locura se había apoderado del mismo) y de otro anónimo capitán de nombre Juan Picasso González (que a la postre sería tio segundo del genial pintor). Vamos que se ve que lo de tocarle los huevos a los musulmanes le viene al tal Margallo de casta, y así se entiende su inexplicable mutis y su acojone ante la barbaridad que se está produciendo, sin querer darse cuenta, o peor aún, siendo consciente, de que en teoría expresa el sentir del pueblo español (o del conjunto de pueblos y/o naciones que conforman Ejpaña, por no herir sensibilidades).