Después de mi larga trayectoria usando Correos, sufrí un punto de inflexión hace unas semanas. Envié un portátil a Galicia y lo perdieron, cuando iba certificado. ¿Perdido? Una leche: robado. Esa fue la reclamación que hice, por robo dentro de las filas de la empresa, e incluso al hablar con el jefe de la sucursal de mi municipio me lo confirmó textualmente diciéndome: "Un paquete certificado es imposible que se pierda, por lo que el usurpamiento en algún eslabón de la cadena habrá tenido algo que ver".

Todavía DHL tiene perdón.