Cita Iniciado por Arguazo
En cuanto a tus decentes proposiciones, tengo una pibita de 21, a punto de psicología que, aprovechando la espantada de la parienta y lo del mes de agosto, rodríguez y tal, me satisface en todas mis sucias y asquerosas fantasías. Ya sabes, liguero, medias negras, tacones, corpiño, boca insaciable y coñito afeitado ávido de una polla experta.

Pero vamos, tomo nota de tu proposición para invierno.

Un beso, cariño
que me place
pórtate como un verdadero beduino, gañán, y trempa hasta al exterminio
adjunto párrafo sicalíptico que creo que servirá para que prohombre linajudo como tú apadrine a moza como ella

Y vive Ishtar, vive Ningirsu, vive Enlil y vive Shu-Sin, viven los dioses del Olimpo y vive Homero que Dumuzi se empalma y la toma, se empalma como un carnero salvaje se empalma, se empalma como doce siglos después el Coloso de Rodas se empalma y como dos mil años antes las pirámides de Egipto se empalman, se empalma en nombre de todos los credos que fueron y de todas las apostasías que sobrevendrán, se empalma como un luterano rabioso, trempa como un cátaro levantisco, la monta como un espartano cimarrón, la embiste como un hereje apócrifo y la hace desfallecer tres veces en prono, una a horcajadas, otra a la griega y cinco en supino antes de él verterse entre sus muslos como la mar océana se vierte, resoplando como un templario y rugiendo como un tibetano y maldiciendo como un judío y jurando como un godo, mientras ella, desaforada, anegada de gracia, elegida del espíritu y por el espíritu, no cede, no le deja buscar resuello, hace acopio de energías, toma fuerzas de la derrama y se revuelve, lo hurga, lo sondea, le amasa el chafarote, lo sacude, lo templa, lo acuna, lo bombea, lo succiona y ¡oh prodigio! se lo vuelve a empalmar, triunfante entre sus labios triunfantes se lo vuelve a empalmar, y él, agradecido, montaraz, la vuelve a tomar, impetuosamente, homéricamente empalmado, por las nalgas la vuelve a tomar, y es aquello un tifón de sábanas, una batahola épica, es aquello un contradiós bíblico de arañazos y de mordiscos y un levitar de piernas y de talones que se clavan en los ijares y de manos que obran los pechos, es aquello la transverberación y la transubstanciación evangélicas, es las ciento catorce suras coránicas y es el alfa y la omega talmúdicas y es la cruz y el cadalso y es el himeneo prístino y el monte Ararat y el calvario y las nueve musas y el Popol-Vuh y la tumba del faraón y el cenáculo de Senaquerib y el arca de la alianza y el espanto de un sirviente mojigato que pasaba cerca; porque de palo seco ha de estar hecho el hombre que no responde a tales requiebros como indigna es la mujer que no los concibe. Vive Ishtar que Dumuzi cumplió aquella noche como un potro salvaje y que Inanna lo aplacó, y vive Ningirsu que fueron sus abrazos estruendo y espanto de necios, fueron, a decir verdad, un tanto excesivos.