La historia que desembocaría en la agresión a Antonio Aguirre empezó sobre las diez y cuarto de la mañana de este lunes, hora en la que Ruiz Piñeiro, persidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, llegó al Palacio de Justicia de Bilbao por la calle Berroeta Aldamar, donde se concentraban alrededor de 200 simpatizantes del PNV y Batasuna-ETA en apoyo a Otegi y Etxeberria, que comparecían como imputados por su reunión con Ibarretxe. Otegi se negó a declarar.
Ruiz Piñeiro fue recibido con silbidos e insultos por parte de los asistentes. La escena se repitió minutos después cuando llegaron al TSJPV los miembros del Foro Ermua Iñaki Ezkerra y Antonio Aguirre y el abogado de este colectivo, Fernando García-Capelo. Portaban un cartel en el que se podía leer "Nosotros no olvidamos a las víctimas".
Los batasunos y nacionalistas concentrados a las puertas del TSJPV, que mostraban carteles con "No a la Ley de Partidos" y "acuerdos ahora", lanzaron gritos de "fascistas" contra los miembros del Foro Ermua, quienes se enfrentaron verbalmente con los batasunos. Tanto Iñaki Ezkerra como Antonio Aguirre respondieron a los insultos con gritos de "etarras asesinos" y de "Gora Euskadi libre de ETA".
A su salida, los nacionalistas volvieron a lanzar gritos de "fascistas" contra Ezkerra y Aguirre para después cargar contra el vocal del colectivo. Le propinaron una patada en los genitales. El propio afectado explicó que durante el recorrido hacia la otra puerta del Palacio de Justicia, escoltados por la Ertzaintza y entre los insultos de los congregados, "una persona se ha acercado y me ha pegado una patada en los cojones y me he caído redondo", lo que provocó que perdiera el conocimiento unos segundos, según relató. Sin embargo, indicó que se encuentra bien, aunque mostró una "indignación ilimitada" por estos hechos. "No me podía imaginar que los nacionalistas pudiesen llegar a agredir físicamente a conciudadanos del País Vasco", concluyó Aguirre.