Pues señores, acabo de terminar The Wire. No puedo decir nada que no se haya dicho ya de esta magnífica serie. Sabes cuando terminas de verla que has visto algo grande y que ha merecido la pena el tiempo invertida en ella. Y digo lo mismo que digo de Los Soprano o De A dos metros bajo tierra, que no es para todo el mundo, pero para aquellos que sí lo es es altamente gratificante.

Ya entramos en pequeños gustos personales o sensaciones recibidas en el visionado, pero la voy a situar en el podium junto a las dos mencionadas pero en el tercer escalón. Básicamente porque quizás The Wire sea más ambiciosa en cuanto todos los aspectos que toca respecto a las otras dos, pero también debo decir que a mí me ha emocionado menos que las otras dos.

Supongo que debería dejar unos días para analizarla un poco más pausadamente, pero en principio debo decir que el personaje que me ha parecido más integro y más leal a sí mismo ha sido Omar. Pedazo de personaje. Y la mejor temporada, para mi, la cuarta.