En mi opinión lo que ocurre en el ámbito de la educación con los chavales de hoy en día es lo mismo que ocurre para cualquier otro ámbito de su tierna vida… el pasotismo más absoluto frente a todo aquello que les suponga el más mínimo esfuerzo y que al mismo tiempo no les permita obtener entretenimiento rápido y situaciones de compadreo que podríamos calificar de alienante. Evidentemente no se puede generalizar.

Cuando tenemos una juventud tan “entregada” en los momentos que lo requieren al esfuerzo y al trabajo es imposible llegar a crear un “hábito”, del que habla curtis, por el estudio y de esta forma lograr el aprendizaje necesario.

Los niños no son adultos. Miles de años de evolución (por llamarlo de alguna manera) social y de establecimiento de valores, deberes y obligaciones del ser social no se han traducido a la genética, el genotipo es el mismo y es necesario un desarrollo fenotípico en el que los padres son los primeros que pueden y deben influir. Esto se esta dejando de ver. La educación de los niños por parte de muchos padres desaparece. Es más fácil dejarles en lo quieran hacer que comprometerse y esforzarse en enseñarles lo que por su edad no aceptan todavía como lo necesario y una inversión para su desarrollo como personas. El problema se agrava cuando ya vemos segundas generaciones en las que los padres no saben lo que enseñar a sus hijos, dado que en cierto momento sus correspondientes padres por dejadez o por falta de tiempo les desatendieron en este aspecto. Padres que no saben serlo porque con ellos no lo han sido. Y esto empieza a ser muy serio.

Desde el gobierno de turno no han sabido o no han podido hacer frente a esta falta de actitudes y de aptitudes de la juventud. Todas las normas que con unos u otros aparecen buscan aligerar cargas de estudio (algunas es cierto que simplemente pueden ser debidas a cambios de demanda de la sociedad actual, etc… demos un margen a la duda). Desaparecen materias, se inventan otras de dudoso contenido, se relajan exigencias… todo ello destinado a capear el temporal de la marea de jovencitos poco interesados en estudiar y lo que es peor con pocas aptitudes adquiridas para ello.

Pero en mi opinión, y sin quitar culpa a los gobiernos de turno, el principal problema radica en los propios padres. Tenemos los jóvenes menos “educados” de la historia. Me atrevería a decir que en muchos casos llegan al simple “asilvestramiento”.

Alguien se puede imaginar a los actuales responsables del pago de nuestras futuras (y no tan futuras) pensiones (diosesssss… temo por ellas) con las cargas lectivas, con los temarios y profundidad de los mismos que antaño tuvimos? Bueno los de algunos foreros, por antediluvianos, podemos obviarlos.
No es que necesariamente deban ser las mismas, que todo evoluciona, pero realmente pienso que no podrían enfrentarse a nada parecido.

Saludos