Esta tarde he estado un buen rato escaneando fotografías en las que aparecemos padres, hermana y otros familiares, algunos desaparecidos.
Las fotografías son únicas y la copia es necesaria para poder recordar caras y momentos que la memoria daban por perdidos.
Alguno de esos originales tiene 50 años y la única forma de tenerlos es pasarlos al disco duro. Y los que quedan, SGAE.
Aunque he intentado situarme -con 8 años- en el bautizo de mi prima ha sido imposible, pero me ha ayudado a recordar otros en los que hacía gala de la mismo pinta y de aquel, hoy extinto, flequillo.
La única forma de que sigan formando parte de algo es que mis hijos sepan quienes fueron.
Aunque sea sin ratón o mando.
salu2