No sé cómo lo solucionarán, pero sí es cierto que acabo de terminar el tercer tomo y los huargos... que quedan todavía están creciendo.
Vamos, que son algo así como el déficit público y privado español, que aunque uno los vea enooormes, todavía les queda margen para hacerse mayores.
¿Y a qué esperas, pecador?