Esto de la igualdad entre sexos, amen de inútil, porque de natural ya está ocurriendo, me resulta cuando menos gracioso.Iniciado por jmml
No sólo terminamos siendo mendigos de sexo, cuando no de amor, sino que además hemos de pedir perdón. No recuerdo ningún dolor de cabeza que me impidiera reempujarle los manises a la parienta, más, cielos, recuerdo decenas de veces en que la compañera, tampón o compresa arriba o abajo, jaqueca más o menos, justificación por cansancio mercadonil, alcampil, o carrefouril, no soltara sin el menor rubor un "cariño ahora no" con la misma indolencia con la que jodemos al pringao novato del curro.
Cualquier divorciado medianamente inteligente, no hablemos ya de casados con pipa y chocha fija, sabe lo que cuesta un polvo. Y mi amigo el nano, tan práctico él, tan del pueblo, tan sencillo, más llano que la meseta, me lo recuerda: "Tio, las pibas sólo quieren dos cosas: perras y polla". Si nano, le replico, pero el problema es que las perras las quieren siempre, y la polla sólo cuando les interesa. Y nosostros a pringar.
Valer, lo que se dice valer, valen pocos. Luego hay que acoplar, rellenar huecos con la morralla. Ahí vale tanto que te esquiles a la mujer de tu jefe como que tu jai te los ponga con tu hermano. El rollo es entrar en los cupos. Eso es lo que mola.
En un país en el que los licenciados en literatura supervisan puentes y los peritos negocian una LOGSE, que nos hayamos convertido en un pueblo deudor no nos debería de extrañar. Los yankees les montan rodeos, subvencionan, y acaban via alcohol *con los indios. Se lo deben. Nosotros le debemos a las pibas de este pais siglos de dominación, haber sido la carne, el saco de arena y las conejas paridoras de nuestros vástagos. Dios nos perdone.
Y a pagar, cojones.