Cita Iniciado por dacres Ver mensaje
Si no hay límite, alguien en algún sitio, de alguna forma, tiene que pagar esa diferencia.
Un saludo.
la frase está conseguida, pero el argumento es falaz, creo
da por hecho que la riqueza, de alguna forma y en todas partes, es limitada
si así fuera, el exceso por un lado necesariamente obligaría al recorte y a la exacción por otros
pero no: lo único limitado es la idea de que la riqueza es limitada

la riqueza, la verdadera, la que depara fortunas y, por tanto, el poder, la riqueza, crearla, tiene que ver con la capacidad intelectual humana, y ésa, hasta el momento, no se ha demostrado limitada, o mensurable; de otro modo, no habríamos llegado hasta aquí

asumir que lo que hay físicamente en el mundo, ya sea petróleo, palomitas o terrenos urbanizables, es lo único que se puede repartir tiene algo de miopía y muy poco de respeto por la creatividad: no hay que ser tan materialistas: las ideas no precisan de materia prima, si acaso, un poco de glucosa y algunos oligoelementos, porque el petróleo no valdría nada sin el motor de explosión (cuya ingenería y diseño, me parece, no se encuentra en la naturaleza), los terrenos urbanizables tampoco merecerían excesivo interés sin la concurrencia de los ingenieros y los arquitectos (cuyas creaciones tampoco se encuentran en la naturaleza ni mucho menos en estado libre), y las palomitas... bueno, la no aparición de las palomitas supondría la previa ausencia de cines, y ésta ausencia, sin duda, negaría la posibilidad de existir a este foro, lo cual, de entre todas las desgracias imaginables, se me hace la más grave

una de las mayores fortunas actuales se ha hecho sobre algo tan intangible y poco material como un sistema operativo para ordenadores; no satisface ninguna necesidad básica de nadie; en su origen, no utilizó materia prima de ninguna clase, no arrebató posición anterior a nadie; de hecho, la mayoría abomina de sus bondades y la otra mayoría se levanta y se acuesta con él; quien quiera lo usa y quien no lo rehúsa; a diferencia de ciertos mediocres rascadores de tripas actuales, vulgo músicos, si lo robas, nadie te persigue, no mucho ni con excesivo interés; quien lo detesta, tiene a su disposición productos similares gratuitos o más baratos, o puede volver al fichero y al listín de teléfonos y a la máquina de escribir mecánica y a la composición mediante galeradas y al astralón y al huecograbado... y al ábaco si le cuadra; su coste, lo que pagamos cada uno de nosotros al adquirirlo, es ridículo comparado con los beneficios que nos proporciona, ya sea liberándonos tiempo, aumentando la productividad o, simplemente, entreteniéndonos

¿cómo se puede decir entonces que el gates u otros como él le han quitado o le quitan algo a alguien cuando, si hiciésemos las cuentas, descubriríamos que la suma de las ganancias reportadas a cada uno de nosotros por el uso de sus creaciones es un billón de veces superior a lo que él y el resto como él han obtenido vendiéndolo?

no tengo ni la menor idea de lo que pudo ganar einstein gracias a sus ecuaciones de equivalencia entre la materia y la energía, y con lo que éstas supusieron para llegar a dominar la fisión atómica; fuera lo que fuese, su idea, fue eso, una idea suya, y los beneficios logrados en adelante al aplicar sus fórmulas supongo que servirían de largo para subvenirle una vida de lujo, putas, coca, felatrices y violines a él y a un millón como él, y aún así sospecho que el resultado le seguiría siendo favorable

personalmente, me considero sin el cuajo necesario para decirle al futuro inventor de la fusión atómica que su sueldo anual sería de un millón de euros, eso sí, actualizado al ipc (ese robo organizado a gran escala de los estados occidentales), y no lo tengo porque, si fuera yo y me impusieran tal despropósito, le diría a mis fiscalizadores que invente su puta madre, y que les dé energía gratis y limpia por un irrisorio millón de euros y para los restos la misma puta madre

el mundo debe hacerse a imagen de quienes tienen las ideas, no al dictado de quienes jamás han tenido ninguna; el poder recabado en el primer caso es lícito, el impuesto mediante el segundo es repugnante; curiosamente, siempre son estos últimos los primeros en instituir límites y en dictar normas de reparto;

otra cosa es si hablamos de especuladores, de ladrones y de ventajistas subvencionados, de afectos al régimen y de camarillas, de lameculos y demás: en estos asuntos, donde tanto tienen que decir y tanto saben los estados modernos y sus impuestos y sus regulaciones y sus contratos —cuán libérrimo el denostado diezmo medieval—, yo sería bastante menos generoso que ese millón de euros

propicios