En primer lugar agradecerte que compartas estos momentos con nosotros, nos tratas como amigos y como tales estamos a tu lado, en la distancia, en este durísimo momento de tu vida. Siento mucho tu pérdida y dolor.

A la edad de tu hijo los niños aún no se ha formado una idea exacta de la muerte, no la entiende como una situación irreversible y que nos sucederá a todos, la consideran como un estado temporal como el dormir o ausentarse, debido al pensamiento mágico característico de esta edad.

Pero no por ello se debe prolongar en el tiempo el proceso de información, intentando protegerle de la impresión y del dolor, pues dificulta el proceso normal de duelo a toda la familia y también el suyo, el apropiado a su etapa cognitiva.

Es poco probable, por la edad de tu hijo, que manifieste ira (mediante irritabilidad, pesadillas, juegos violentos), ansiedad por temor a sufrir otra pérdida, o sentimiento de culpa; pero puede sorprenderte el que no llore, *que pregunte en repetidas ocasiones por su abuelita o actúe como si volviera a regresar, no te extrañe. Vuelve a explicarle la ausencia definitiva y el cariño que a través de vosotros, los padres y resto de familiares, le ha dejado su abuela.

Serán momentos de dura realidad pero os serviran para la paulatina aceptación de la pérdida, a todos.

Un abrazo muy fuerte

José Manuel