Yo me niego a verlo, sé lo que me voy a encontrar, y no me apetece.
Por otro lado, las personas (porque son personas, eh, no lo olvidemos) que hacen cosas como estas, o peor, disfrutan con cosas como estas son obviamente trastornados y casi seguro con rasgos de psicopatía en su carácter; incapaces de sentir remordimiento, y por tanto, esas acciones son un campo de experimentación con los que no se pueden defender.
Primero suelen empezar con animales.
Si la experiencia le es placentera (y el hecho de grabarlo para verse repetido, y difundirlo para alimentar su ego así lo sugieren) puede crear hábito y ampliar a otros sujetos que considere indefensos para evolucionar la tortura.
Lo que me reconforta es la reacción que ha producido en la gente; por un momento tuve miedo de que surgieran imitadores.
Pero parece que a pesar de la apatía y el conformismo que suele abundar, si se nos presenta algo lo bastante brutal y aborrecible aún podemos reaccionar con firmeza, y lo mejor, de forma espontánea y sin que nadie lo orqueste por intereses ocultos.
Así que ánimo con la búsqueda