Cita:
Cabos sueltos
Todo vale, hasta el chantaje, para acabar con Zapatero. Es hora de respaldar al presidente
¿Hemos de contemplar, impávidos y en silencio, cómo la derecha avanza a toda prisa hacia la Moncloa, caminando a lomos de la demagogia, la manipulación y la falsedad más miserable? Ésta es, por desgracia, la realidad. La carcunda rebosa optimismo y está radiante. Otea la posibilidad de que el PP venza en las urnas. E incluso piensa que esto puede suceder muy pronto.
¿A qué degradación democrática estamos siendo sometidos los ciudadanos progresistas –que somos mayoría en este país, cuando José María Aznar se erige una vez más en el generalísimo de la tropa reaccionaria y, en un periódico extranjero, este patriota de Bagdad pide que se vaya José Luis Rodríguez Zapatero, como ya hizo en el Congreso de los Diputados, refiriéndose entonces, hace más de quince años, a Felipe González?
Programa ultraliberal
Leamos el programa ultraliberal del ex falangista en The Financial Times. Se trata de “desregularizar las contrataciones y flexibilizar el mercado laboral”, mientras se reduce al máximo posible el Estado del Bienestar y se minimizan las autonomías. Lo escribe “sin complejos” el ex falangista, ahora asesor de Rupert Murdoch. Sabemos cómo se las gasta Aznar. Se puso a la ciudadanía por montera, se creyó el favorito del Zar americano, mintió, vociferó e insultó. También ejerció de desafortunado edecán del César Bush en Latinoamérica.
Han visto hueco…
Conocemos de sobras cómo se las gastan. Han visto hueco con los avatares de la crisis y van a por todas. El franquista nostálgico Jaime Mayor Oreja ha atizado de nuevo -con todas sus fuerzas- el fuego de la mentira más canallesca, que es la de mezclar al presidente del Gobierno con ETA. La de acusar a Zapatero de ser protector y amigo de los terroristas, mientras la prensa antidemocrática, la prensa del amarillismo, la prensa cavernaria -que viene a ser lo mismo- jalea con entusiasmo las patrañas de semejante tipo, especializado en el bochornoso arte del embuste.
No son casualidades
No son casualidades. Estamos ante una trama perfectamente orientada para conseguir el derribo de Zapatero. Han propiciado que previamente –aviso a navegantes- Baltasar Garzón sea víctima de una conjura genovesa, gracias a la extrema derecha, Falange Española de las JONS y a unos cuantos jueces vengativos, rencorosos y/o ultramontanos. Tienen a punto la peligrosa traca del Estatuto, que puede estallar en pocos días.
“Cuanto antes, mejor”
Ya han logrado –en estos momentos- la victoria en el terreno de la opinión pública. Ansían el triunfo de Mariano Rajoy y, como señala Aznar, “cuanto antes mejor”. Esta es la coyuntura más favorable para el retorno de la derechona al poder político. El descontento de millones españoles es evidente y comprensible. Zapatero ha intentado no moverse en el límite. Parece razonable que haya rectificado a la vista de la que está cayendo no ya en España, sino en numerosos países de la UE.
El suicidio
Eludir las medidas que se están implantando en muchos países europeos, incluido EEUU, hubiera sido apostar, ahora y aquí, por el suicidio. No ya del presidente, sino de España. O, mejor dicho, de millones de españoles. Algunos que -desde la sincera ira que les provoca la situación- lanzan estos días piedras dialécticas contra Zapatero ignoran probablemente que se están tirando piedras contra su propio tejado.
No nos equivoquemos
No nos equivoquemos. Lo que toca no es caer en la tan astuta como perversa trampa que han urdido Rajoy y sus conmilitones más cercanos. Zapatero ha errado en ocasiones -a lo largo de los dos años largos que llevamos de crisis-, naturalmente. Pero sostener que el culpable de los efectos malvados de la crisis es sobre todo Zapatero no esconde más que una falsedad deliberada, reiterada hasta la saciedad desde las plataformas mediáticas conservadoras.
¿Puerto fiable?
Imaginemos que Rajoy ganara las elecciones. Imaginemos que la crisis no hubiera terminado. ¿Puede alguien creerse que Rajoy reflotaría el barco y lo situaría en un puerto fiable? ¿Puede confiarse en la sensibilidad social de los neoconservadores? Debilitar a la izquierda es la obsesión actual del PP. Buscan los derechistas desangrar, desmovilizar o ubicar a la izquierda en la depresión del desierto.
Como un torbellino
Es la hora de respaldar, desde posiciones progresistas, a Zapatero. Por algo será que desde Aznar a Rajoy -pasando por toda su comparsa montaraz- disparan sus cañones contra Zapatero. Lo hacen porque si el presidente socialista cayera en este trance, Rajoy entraría en Moncloa como un torbellino. Hay que impedir –democráticamente- el triunfo de la derecha extrema. Luego, si no, vendrá el llanto y el gemir de dientes. (nota mía: ¿gemir de dientes? Los dientes rechinan, pero, ¿gimen?)
El chantaje
Una de sus capitanas, Maria Dolores Cospedal, ha llegado a decir que los populares están dispuestos a romper con todo, incluida la unidad frente al terrorismo. Cospedal chantajea a Zapatero advirtiéndole que, “si el Gobierno no desmiente que está negociando con ETA, será el fin del pacto del Gobierno de Patxi López”. Hasta el moderado Basagoiti se ha unido al chantaje. El 11-M confiaban, como es bien sabido, en que ETA sería su salvación. No lo fue y pagaron muy caro sus mentiras. En la actualidad vuelven a recurrir a ETA. Todo vale para acabar con Zapatero. Otra razón más para apoyarlo precisamente ahora.
Enric Sopena es director de El Plural
Casi se escucha el sonido del rechinar de dientes mientras escribe. Tanto odio, tanta mentira, tanto sectarismo, tanta inquina, tanta bilis, tanto rencor y tanta demagogia tienen por fuerza que acabar pasando factura. Este "señor" debe de tener el intestino como un colador de tantas úlceras como debe padecer. A mí me parecen rayanas con lo delictivo la mitad larga de las barbaridades que este anormal vomita en esta sarta de majaderías mal llamada artículo.