Insisto. La salud es un derecho, no un negocio. No tendría por qué haber diferencias entre la sanidad pública y la privada. Si las hay, es porque existen intereses que buscan el beneficio de unos pocos.
Es muy fácil decir que se es demócrata, pero a veces no somos conscientes de su significado y caemos muy facilmente en argumentos neoliberales, que poco tienen que ver con la democracia, porque pretenden convertir nuestros derechos en negocio, y como tal, en objeto de especulación.
La sanidad pública es un derecho, hay que defenderlo a ultranza y exigir su mejora. No seamos zoquetes tirándonos piedras a nuestro tejado.

Saludos.