Más en serio.

No son más que las típicas triquiñuelas deportivas.

Eso sí. En España históricamente ha habido más curiosidad que racismo, excepto con los magrebíes, porque no había contacto habitual con otras etnias. Además y aunque le pese a Arzallus, nuestro país ha sido muy uniforme desde el punto de vista racial. Sin contar con que el catolicismo es una religión que no deja mucho margen a la discriminación racial, el hecho de que todos los hombres somos hermanos e hijos de Dios, etc.

Con la inmigración de los últimos años, y el paro y el agnosticismo/ateísmo reciente, surgirán pescadores de río revuelto que hagan del racismo un punto de venta político.