En la wikipedia inglesa hay un artículo bastante decente al respecto:
http://en.wikipedia.org/wiki/Fusion_power
La fusión sigue estando verde. El ITER trata más de investigación básica en dinámica del plasma que en conseguir un reactor viable. fusión nuclear sigue estando a veinte años vista, curiosamente igual que hace veinte años. Como Brasil, que es el país del futuro y seguirá siéndolo en un futuro previsible.
Tenía ciertas esperanzas en un proceso de fusión por confinamiento electrostático cuya investigación está financiando la U.S. Navy (un tokamak no entra apenas en un portaaviones y en absoluto en un submarino), pero las últimas noticias que he visto no son halagüeñas. Es una pena, pues parecía una de las pocas tecnologías capaz de lograr fusión sin emisión de neutrones. Los neutrones forman el peor tipo de radiación, porque además de hacer pupa en los tejidos vivos, también transforman materiales normales como el oro o el cobre en radiactivos, o afectan a las propiedades físicas de otros, como el aluminio. Por cierto, ese es uno de los problemas de los tokamaks como el ITER, que los materiales han de ser capaces de soportar un flujo de neutrones muy elevado, y hay pocos capaces de resistirlo. Se hablaba incluso de reconstruir el reactor cada pocos años, lo que supone una cantidad no despreciable de residuos radiactivos con cada reconstrucción.
En las centrales nucleares, aparte del tiempo de construcción en sí, también está el tiempo necesario para cumplir los requisitos legales, que son muy estrictos. Cada central nuclear se tiene que certificar partiendo de cero, incluso si es una copia exacta (dentro de lo posible) de otra ya certificada y funcionando. Se lleva hablando cierto tiempo de vías de certificación más rápidas, parecidas a las que usa la industria aeronáutica, pero siguen en el futuro.
Está, además, la incertidumbre política: en Lemóniz I, por ejemplo, sólo faltaba cargar el combustible para empezar la explotación cuando la Administración decidió cerrarla* y compensar a los inversores con una pequeña subida del recibo de la luz. Cierta pérdida de capacidad industrial nacional (en la última central inaugurada, Trillo, la participación española fue del 90%) fue el resultado; en fin eran los años de la reconversión industrial y del ministro Solchaga empeñado en que el futuro de la economía española estaba en los servicios y en el turismo, no en algo tan anticuado (y seguramente franquista) como la producción industrial...
¡Ah! y hablando de chinos, parece que se las están apañando para construir nucleares a un precio bastante bajo. Hasta de 1000 $/kW, frente a los 5000-6000 $/kW propios de otros sitios. Eso fue antes del terremoto japonés, obviamente.
* Claro que si los rumores de sabotaje durante la construcción son ciertos, posiblemente esa era, y es, la postura más juiciosa.


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