Al final te vas a liar la manta....ya verás.
Como debo estar en plena crisis de transición entre los 30/40 (cada vez más cerca del segundo dígito), decidí este año estar en "forma", como parte del "plan" tuve en mente la compra de un pulsómetro, pensando que me ayudaría a tal menester (no había practicado "running" como se dice ahora en mi vida) y me puse a buscar un pulsómetro. Me planteé las mismas dudas.... ¿barato, caro, tal o cuál marca....?.
Finalmente me decidí por Polar, concretamente el RCX3. Es un modelo que permite -mediante accesorios- incorporar un GPS (ver foto), sensores de cadencia, podómetros, etc. Digamos que es una especie de sistema "que puede crecer" en función de las necesidades del usuario.
Compré este modelo por este motivo, aunque al final utilizo el GPS del móvil para conocer rutas y distancias recorridas, ya que lo llevo como reproductor de música mientras voy corriendo. El inconveniente de llevar el GPS fuera del reloj -como es el caso del móvil, no hablo del sensor- es que la información personal trainning de Polar no es completa en ese sentido.
El resto eran ventajas: menor gasto de pila, inversión menor, etc. El móvil siempre lo llevo encima -casi siempre- y con una pequeña inversión del brazalete y versión de pago de Runstatic (total, 20 euros) tuve suficente.
Ventajas del sistema "escalonable", si mañana quiero incorporar GPS o cualquier sensor de cadencia, bici, etc. solo tengo que comprarlo...
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